jueves, 9 de febrero de 2012

LA CICATRIZ DE PAULINA

Durante el gobierno de Alberto Fujimori se desarrolló uno de los más implacables programas de esterilización forzada en el mundo. El documental de Manuel Legarda explica las razones de fondo del supuesto Plan Nacional de Planificación Familiar: acabar con los ciudadanos más pobres de la sierra y selva peruana.
Entre 1996 y 2001, una mujer peruana en cuya casa no existía ni televisión ni refrigeradora ni ducha eléctrica porque en su comunidad la electricidad y el agua eran un lujo, decidió que daría a luz en su propia cama. No quería ir a la posta médica porque había escuchado que en ese lugar ─donde se suponía que doctores y enfermeras salvaban vidas─ ocurrían cosas extrañas. Al día siguiente del nacimiento de su hijo, esos mismos doctores y enfermeras a quienes temía tocaron su puerta y, con ayuda de la policía, se la llevaron a la posta. Allí, sin saber muy bien en qué consistía toda la operación que implicaba abrirle el vientre, la esterilizaron. En ese mismo lapso de tiempo, otra mujer peruana dio a luz a su cuarto hijo y cuando quiso registrar su nacimiento en la posta de su comunidad ─otra comunidad─, le pusieron una condición: solo le darían el certificado si aceptaba que le ligaran las trompas de Falopio. Nunca más debía volver a tener hijos. Asustada, la mujer aceptó. Por aquella misma época, otra peruana acudió a alumbrar a la posta médica de una tercera comunidad. Sus familiares nunca más la verían con vida. Quienes la atendieron secuestraron su cuerpo ─no dejaron que sus parientes la vieran por varias horas─ y luego dijeron que durante el parto le habían encontrado quistes y tumores en el útero y le habían hecho más operaciones. Al final, dijeron que la mujer había fallecido por una reacción alérgica a los medicamentos. Cuando los familiares quisieron denunciar a los responsables, resultó que los nombres de médicos y enfermeras que les habían dado no correspondían a los que habían operado a la parturienta. Ni siquiera existían. Casos así se repitieron, como mínimo, con trescientos mil víctimas en las comunidades andinas y amazónicas más remotas del Perú: todas como parte de una campaña de esterilización masiva promovido desde el gobierno de esos años. Trescientos mil casos de esterilización forzada que ─luego se demostraría─ se había aplicado no solo a madres de familia sino también a menores de edad. A niñas. Muchas veces, además, con anestesia de uso veterinario. No apta para seres humanos. Entre 1996 y 2001, ese fue el Programa Nacional de Planificación Familiar promovido por Alberto Fujimori, el ex presidente de la república hoy encarcelado y que, quizá, pronto sea indultado por un tema de salud. Por razones humanitarias.
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─Sabía que entre 1920 y 1940 se había visto campañas de eugenismo e «higiene racial» en otras partes del mundo, pero que ocurriese aquí a fines del siglo XX fue algo chocante ─explica Manuel Legarda sobre la motivación de su documental La cicatriz de Paulina. En este video presentado en el Congreso de la República hace unos días, el peruano radicado en Suiza muestra una serie de entrevistas realizadas a mujeres de las zonas más alejadas de Cusco, Ayacucho y Piura junto a su colega Genciana Cortés. A lo largo de cinco meses conversaron con trescientas víctimas que demostraron que en el programa de planificación familiar del gobierno fujimorista no hubo casos aislados de negligencia médica sino una práctica común y sistemática. Esterilizar a mujeres de escasos recursos a través de mentiras, chantajes y amenazas. Y aún a costa de su propia vida. En principio, promover la planificación familiar en zonas de pobreza no era una mala idea: así la población podía conocer los métodos anticonceptivos existentes y limitar su reproducción. El problema es que en realidad esa campaña nunca pareció existir y derivó en un programa de esterilizaciones forzadas.
─Algo entendí durante todo el tiempo que hice el documental: que los peruanos no somos iguales en todo el país ─dice Manuel Legarda─. Que hay regiones donde los peruanos tienen más derechos que en otros. Que allí donde no tienen derechos, esos peruanos son tratados como animales. Un tratamiento que sabes es impensable en algunos barrios residenciales de Lima. Y agrega: ─Creo que la gran pregunta de todo esto es: ¿por qué se planteó una campaña como esta cuando, en términos de densidad poblacional sobre superficie territorial, el Perú no es un país superpoblado? ¿Para qué reducir a las poblaciones indígenas?
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Una ligadura de trompas no dura más de treinta minutos y se realiza con anestesia local o raquídea. En un ambiente aséptico y esterilizado, el doctor hace dos pequeñas incisiones de menos de cinco centímetros en el vientre y localiza los conductos de Falopio. Luego procede a anudarlos ─anudarlos: como los pasadores de una zapatilla─, fijarlos con un clip o grapa o simplemente seccionarlos. Con esto se asegura que los óvulos nunca lleguen al útero y puedan ser fecundados. Los conductos nunca son desgarrados: se quedan allí, flotantes. Por lo general este procedimiento médico ─también llamado tuberoctomía, oclusión tubaria bilateral (OTB) o esterilización tubárica─ se realiza cuando la mujer acaba de dar a luz a través de una cesárea: se aprovecha que el útero y los conductos se encuentran inflamados y expuestos a simple vista. Luego de eso se sutura y se interna a la paciente por un par de días como mínimo para ver su evolución. La herida todavía cerrará después de tres meses en promedio. En todo ese tiempo, la mujer deberá cuidarse y controlarse con medicinas de ser necesario. En caso que la mujer haya decidido anudar sus trompas, siempre podrá desanudarlas cuando lo desee y abrir la posibilidad de quedar nuevamente embarazada. En caso de un seccionamiento de los conductos, la posibilidad es nula. La OTB no implica una castración química: la mujer conserva sus ovarios y por lo tanto seguirá produciendo las hormonas que su cuerpo necesita. La prueba está en que seguirá menstruando. La ley dicta que una mujer casada debe presentar el consentimiento firmado de su esposo antes de someterse a este método porque se trata de una decisión delicada y con posibles repercusiones emocionales. Lo mismo, un doctor está impedido de realizar una tuberoctomía a una niña o adolescente porque aún no han alcanzado su máximo grado de desarrollo biológico: bloquear la posibilidad de la maternidad a una menor de edad es calificado una voluntad criminal y perversa. Pues bien, todo eso es lo que se consideraría y realizaría con normalidad en cualquier hospital o posta médica de Lima y el mundo. Pero no fue así en los cientos de comunidades donde se aplicó el programa de esterilización masiva del gobierno fujimorista. En esos años, en esas postas de provincias, si ibas a que te hicieran cualquier chequeo médico pasajero ─una consulta por una gripe persistente, una hernia o una infección intestinal─, te dormían y podías despertar con un par de enormes cicatrices en el vientre. Y sin trompas de Falopio.
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«Nos decían: "¿Acaso ustedes quieren estar pariendo todo el tiempo como cerdos?"». «Nos prometían víveres y medicinas, decían que el gobierno le daría ropa y zapatos a nuestros hijos si aceptábamos». «El doctor nos dijo que con este método las mujeres no podían morir: al contrario, que engordaban y mejoraban su salud». En el documental, las mujeres ─por lo general de escasos recursos y de zonas andinas y amazónicas muy remotas, de las periferias de las ciudades─ narran cómo las engañaban las obstetras y enfermeras. «Nos decían que no nos preocupáramos: que era un método sencillo, que en un par de horas estaríamos de vuelta en nuestras casas. Las enfermeras incluso nos decían que nos pagaban los pasajes hacia la posta, que nos llevaban y traían a nuestras casas». «Yo tenía miedo de ir a la posta. Un día fui a consultar y de frente me dijeron que me quitase la ropa. Quise escapar pero me sujetaron de los brazos y me dijeron que sea consciente, que yo no era millonaria para tener tantos hijos. Luego presionaron a mi esposo para que autorice la operación. Le dijeron que aprovechara, que era gratuito, que el gobierno lo pagaba». ─Esta campaña giró sobre una estrategia de desinformación: a la gente se le hablaba y hacía leer con tecnicismos médicos y en castellano, y así debían firmar su consentimiento, sin importar que se tratara de quechuahablantes analfabetos ─dice Manuel Legarda─. En realidad nadie te mostraba los distintos métodos de planificación: solo había uno y ese era directamente el de esterilización por ligaduras. Los médicos y enfermeras del programa parecían preocupados por una sola cosa: cumplir con las metas de población esterilizada dictada por el Ministerio de Salud dentro de ciertos plazos. Una abogada que en aquel tiempo fue funcionaria de esa institución recuerda haber oído una frase de queja entre obstetras: Hoy solo me has traído una. «Como si esa una fuera cualquier cosa, no una persona», explica horrorizada en el video. Quizá por eso estos médicos y enfermeras eran capaces de ir a los bares y ubicar a los esposos y así, borrachos y confundidos como estaban, hacerles firmar el consentimiento de la operación de su mujer. Tal vez por eso no dudaron en operar a mujeres que presentaban cuadros crónicos de desnutrición y tuberculosis: algo impensable en cualquier manual de medicina por cuanto no tendrían las defensas inmunológicas necesarias para enfrentar algo así. La vida convertida a números: a cifras para leer cada 28 de julio. Por esa misma mirada reduccionista, médicos y enfermeras se negaron a atenderlas cuando las mujeres agonizaban por someterse a operaciones de esterilización en ambientes precarios y con malas prácticas. Y con anestesia para animales. Muchas de esas mujeres murieron en medio de hemorragias, vómitos, migrañas e inflamaciones. Y muchas aún ahora continúan sufriendo hemorragias, vómitos, migrañas e inflamaciones. Y en las postas médicas se niegan a atenderlas. Les dicen que ya están desahuciadas. «Nos ponían en fila y nos operaban todas juntas. Mientras estaba en la camilla, observé a una mujer que parecía no haberle pegado la anestesia. La señora gritaba terriblemente, y más cuando observé cómo le arrancaban algo del vientre. La señora se desmayó del dolor». «Una vez operadas nos negaron las medicinas». «Nos decían: "El gobierno está dando esa ley para que no haya tanta gente"».
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En La cicatriz de Paulina ─cicatriz por la metáfora del trauma psicológico y físico de las mujeres, Paulina por ese nombre genérico tan común en los andes peruanos─, Manuel Legarda ensaya algunas posibles hipótesis para explicar el verdadero objetivo de esta campaña. ─La primera teoría es que, a la luz de los conflictos sociales de la minería actual en nuestro país, se necesitaba vaciar de población ciertas regiones que en el tiempo hubiesen podido ser conflictivas. Había intereses económicos de por medio. Así se aseguraban la extracción de recursos naturales sin problemas. Ninguna de estas ideas nacen solas: son parte de las declaraciones grabadas de ex ministros, ex congresistas, empleados de ONG's, abogados, sociólogos y médicos. ─La segunda teoría es la de eliminar el terrorismo de raíz: apuntando directamente hacia los padres de niños pobres como potenciales subversivos a futuro. Recordemos que esta sugerencia ya aparecía en el famoso documento del Plan Verde ─que nunca se supo si era real o ficticio─ pero que, al leerlo, encuentras que se aplicó exactamente lo que ocurrió en esas zonas. Allí se hablaba de un excedente poblacional que debía ser eliminado. Excedente. ─Y la tercera teoría suena un tanto descabellada, pero en el documental aparece incluso en boca de una importante figura política: que el gobierno pretendía crear enclaves con población japonesa en ciertas regiones peruanas y aprovechar así los recursos naturales. Recordemos que esa fue la misma propuesta que el emperador japonés Hiroito le hizo al dictador brasilero Getulio Vargas en los años treinta y cuarenta. Solo hay ciertos personajes claves que no aparecen en el documental: los ex ministros de Salud Alejandro Aguinaga y John Motta ─actualmente en actividad─, quienes prefirieron no dar declaraciones. Tampoco con Marino Costa Bauer ─otro ex ministro que en el video aparece negando con énfasis la existencia de esa campaña en 1998 y luego inaugurando la lujosa clínica del Jockey Plaza─ hubo oportunidad de conversar. Ellos fueron los funcionarios fujimoristas que participaron directamente en el programa.
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Fue en Estados Unidos donde se iniciaron las primeras campañas de esterilización forzada, a inicios del siglo XX. Tanto es así, que cuando Hitler hizo lo mismo en Alemania, solía justificarse diciendo que los norteamericanos le habían mostrado el camino a seguir: las famosas políticas de eugenesia. En la India, China, Pakistán, Indonesia y Bangladesh los programas de esterilización forzada fueron comunes en la historia y en algunos casos todavía continúan. En Colombia, a fines de los años sesenta, el gobierno auspició un programa nacional que esterilizó a cuarenta mil mujeres a cambio de regalos. En los años setenta y ochenta ocurrió lo mismo en Guatemala, México, Brasil, Bolivia y El Salvador. A veces sin necesidad de regalos: solo mentiras, chantajes y amenazas. En la mayor parte de esos programas latinoamericanos intervinieron la ONU ─a través del Fondo Poblacional de las Naciones Unidas, UNFPA por sus siglas en inglés─ y USAID ─la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos─. Las mismas instituciones que también estuvieron detrás del programa fujimorista. ─UNFPA y USAID niegan haber costeado la campaña de esterilización forzada: aducen que no sabían que eso se realizaba con el dinero de su financiamiento ─dice Manuel Legarda─. Pero cuando revisas los casos a nivel mundial, te percatas que estas organizaciones siempre han apoyado este tipo de programas. El videasta dice que intentó conversar con la representante de USAID en Perú durante mes y medio, pero fue infructuoso. ─Existe un documental sobre una campaña de esterilización forzada en Tailandia realizada en los años ochenta. Y allí sí aparece un responsable de USAID diciendo que solo de esta manera se pueden evitar conflictos sociales, que así se impide que las personas se rebelen, que esta es una manera eficaz de reducir la población de las zonas pobres de un país. Algunas ONG's peruanas trabajaron para estas organizaciones durante el desarrollo del programa. Es el caso de Prisma, Care y, en un primer momento, Manuela Ramos, por ejemplo. ─Prisma, financiada por USAID, argumenta que ellos armaron la logística de los programas de planificación familiar pero nunca de esterilizaciones forzadas ─dice Manuel Legarda─. Pero si vas a esos sitios donde se aplicó este programa, el personal médico te explica que nunca recibieron preservativos ni T de cobre ni pildoras ni inyectables ni nada que pudiera llamarse material de planificación. Te explica que tenían una sola orden: la de esterilizar a la mayor cantidad posible de mujeres. Cualquiera sabe que las organizaciones que financian a ONG's siempre exigen pruebas hasta del más mínimo detalle de lo que se emplea en sus programas: el pasaje de un avión, la impresión de folletería y publicaciones, la adquisición de insumos, la organización de una conferencia: todo debe estar registrado y documentado incluso con boletas de pago. Al fin y al cabo, es su dinero. Imposible entonces que con este tipo de auditorías, USAID, UNFPA y las ONG's peruanas no supieran lo que estaba ocurriendo en esos pueblos.
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─En cierto modo, el plan de esterilizaciones de Fujimori dio resultado. Hoy casi ya no hay población en las comunidades donde se aplicó ─dice Manuel Legarda─. Si vas a esos lugares, encontrarás que ya no nacen niños. Según la Asociación de Mujeres Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas del Cusco, existen más de dos mil testimonios en poder de la Fiscalía junto con los informes de la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Salud reconociendo todos estos excesos del gobierno de Fujimori. Desde el 2001, los casos han sido continuamente archivados. Recién a fines del año pasado se pudo reabrir el proceso. ─Estas mujeres necesitan reparaciones civiles y atención médica. Pero es este último punto lo más urgente: atención médica especializada. Porque se están muriendo en vida. Y entonces Manuel Legarda termina diciendo que la mayoría de estas mujeres esterilizadas fueron abandonadas por sus esposos: estos creyeron que la esterilización era una estrategia calculada para poder engañarlos con otros hombres. ─El impacto social de esta campaña ha sido muy grave en el Perú. Recordemos que bajo la concepción andina la mujer está asociada a la tierra y, como tal, debe producir y engendrar varios hijos para poder trabajar, precisamente, la tierra. Tiene que ser fértil. Esa es su concepción cultural y hay que respetarla. Imagínate cómo quedaron esas mujeres que ya tenían hijos y sin recursos económicos. Y encima, enfermas.

martes, 7 de febrero de 2012

MIKEL ERENTXUN - 24 GOLPES - ELECTRICA PKWY

“24 golpes”“Eléctrica PKWY”
GASA/WARNER
Texto: .
La novedad discográfica de Mikel Erentxun es en realidad doble, pues dos son los discos que ha publicado. Dos cedés a los que, entiende su autor, debemos enfrentarnos por separado. Como razón no le falta, dadas sus diferencias estilísticas, vamos a ello y comencemos por “24 golpes”, el hermano mayor, el que se presenta en sociedad con todos los honores.Arranca “24 golpes” con la solemne ‘Cuervos blancos’, introducción perfecta, alrededor de la soledad, el irrefrenable paso del tiempo y las existencias que dejamos transcurrir sin sobresaltos pese a estar edificadas sobre errores (“Hay camas abiertas / para vidas cerradas en falso / nos tumbamos en ellas / limitándonos a esperar”).
Con ella, Erentxun marca desde el primer segundo el tono intenso, a ratos quejumbroso, con el que parece haber querido teñir una obra (en la que hasta la tinta negra de las páginas del libreto se antoja la más indicada) que deriva principalmente hacia un rock melódico pero correoso que se nutre de las formas del rock en el cambio de década entre los sesenta y los setenta, con la mirada puesta, principalmente, en el descomunal libro de texto escrito por los Beatles, aunque también hay ecos de Bowie y guitarras glam (de aquellas que tanto gustaban a The Sweet); referencias que sabe cómo interpretar y hacer suyas. Son canciones con la inquietante contención de esos días en los que la tormenta amenaza descargar con intensidad pero no acaba de hacerlo, el cielo se torna tenebroso e implosiona en truenos turbadores, como si librase una lucha interna a la que somos ajenos.
Es decir, Erentxun mira hacia dentro, hacia sus dudas, y deja su disco más sobrio, en el que, principalmente, reflexiona sobre la vida que, como granos de arena, se nos escapa de entre los dedos.Para ello ha contado con unos textos (propios y de Jesús María Cormán, Rafa Berrio y José Ignacio Lapido) que en ocasiones parecen referirse solo a relaciones sentimentales, pero que guardan sorpresas entre versos para lectores/oyentes atentos: “Encadenados / viendo el río bajar / contracorriente / nos dejamos llevar / desde aquí hasta siempre / desde siempre hasta aquí”, entona en la densa ‘Samurai’, y tal vez no cante simplemente a una relación sentimental, quizá esté relatando ese tenso desasosiego vital que te anuda corazón y espíritu al haber atravesado el ecuador biológico. No, no es este un disco de primeras lecturas. Su trasfondo depara agradables sorpresas.
Y es que Erentxun ha sabido sacar al gran compositor que es (ese al que, en ocasiones, él mismo ha parecido no reconocer) para, sin perder en ningún momento sus señas de identidad, si no reinventarse, sí reubicarse, hallando un espacio en el que sus melodías encajan con una aridez formal que le sienta estupendamente (ha pasado años como queriendo perseguir la modernidad, sin ser muy consciente de que desde los primeros tiempos de Duncan Dhu ha funcionado mejor cuanto menos aliño ha puesto en su plato, que lo suyo camina perfectamente con lo mínimo), como esa voz más arenosa que casa perfectamente con la más aguda habitual, dando lugar a interesantes contrastes vocales.Temas como ‘Cuervos blancos’, los beatlelianos ‘Samurai’ y ‘Srta. Soledad’, ‘Desfile’, ‘Penumbra’, el incandescente ‘Ropa vacía’, el rockero ‘Con la vida en los talones’ (con magnífico texto de Cormán, capturando el preciso instante en el que en la inalterable rutina de dos una parte, sorpresiva y unilateralmente, decide que ha llegado el final) y ese frágil ‘A veces te quiero siempre’ (festoneado con bellos arreglos de cuerdas) quedan desde ya entre lo mejor del repertorio del donostiarra. Canciones en las que apetece refugiarse de este inclemente invierno.
Muy probablemente, “24 golpes” es la obra más rotunda y perfecta de las grabadas por Erentxun en solitario, la más profunda y equilibrada.
El segundo cedé, “Eléctrica PKWY” (“parkway”, es decir, “autovía eléctrica”), el hermano pequeño, o el patito feo de la familia, mire usted por donde, no es tal, es una obra hermosa que se sostiene por sí sola y a la que apena saberle condición de plato menor comercial al regalarse junto a “24 golpes”. Y es que parece que Mikel Erentxun ha andado sembrado durante su último periodo compositor, porque esta otra decena de canciones (nueve inéditas, que ‘Penumbra’ está en ambos discos, en distintas lecturas; mucho más penetrante la de “Eléctrica PKWY”) no tiene nada que envidiarle a la precedente, aunque aquí lo que abundan son aires más folk-rock (en conexión con su anterior álbum, “Detalle del miedo”), en una grabación personal y casera (con Erentxun de multiinstrumentista), vestida con lo imprescindible, con enorme gusto y tendencia a lo acústico, viniendo a afirmar lo comentado más arriba: en el ex Duncan Dhu, menos es más.
De nuevo la apertura opta por la sobriedad con una intensísima ’24 golpes’ que abunda y resume la idea del grueso de este conjunto de canciones (no en vano es la que titula al disco principal): el ciclo vital, los años que nos van cayendo encima y que aunque suman, en realidad van restando en el cómputo global (“La vida se va / arañando el alma con cuchillas de afeitar. / La vida se va / como un jinete en la oscuridad”). Desde ahí, preparémonos para introducirnos en una obra seria, conmovedora en muchos momentos, en la que no solo el reloj lo define todo (línea argumental que aporta grandes temas, como ‘El futuro’ o ‘Ayer es un animal herido’), dejando lugar para tremendas canciones de amor, como ‘Veneno’ y ‘Sé libre, sé mía’ (“Sé libre en el mundo y mía por hoy”), ambas con magníficos textos de Rafael Berrio, o para ponerse en la piel de Diego Vasallo en su espléndida ‘Mapas en el hielo’ (“¿por cuánta soledad se compra un gramo de felicidad?”), también para dejar constancia de las dudas del músico al descender del escenario en ‘Redención’ (“¿dónde estarán las sonrisas compradas con una canción?”).
De ningún modo hay que pasar por alto este álbum deslumbrante, que complementa (desde su distancia formal) a “24 horas”, incide y expande su idea principal, tiene su propia vida pero ligada a aquel. A ambos los alienta un mismo sentir, levemente oscuro y melancólico. No son exactamente discos tristes, o si lo son estamos ante esa tristeza agridulce que a veces, cuando cerramos los ojos y nos da por pensar en lo que fuimos y en lo que somos, tras sentir primero cómo el hielo nos atraviesa el cuerpo por lo perdido, nos arropa con la calidez de comprender que nada tiene remedio y que esto de vivir, a fin de cuentas, solo consiste en respirar, en disfrutar los buenos y pequeños momentos, en saber que lo has hecho lo mejor posible (como has sabido o podido), en que has intentado no ser un hijo de puta (para eso siempre hay voluntarios).
Poco más.Ahora toca que se le dé una oportunidad, que se escuchen ambos trabajos sin el peso de las ideas preconcebidas, pues a Erentxun le sucede un poco lo que a McCartney: que quedó como el veleta musical, mientras Lennon era el paradigma de la autenticidad, y han tenido que transcurrir décadas para que su obra fuera observada libre de prejuicios (claro, que peor lo tuvo Harrison, que los elogios arribaron post mórtem). Y si el mismísimo Neil Diamond ha logrado ganarse el respeto a las puertas de la jubilación con sus últimas obras (Rick Rubin mediante), ¿por qué Erentxun (por cierto, nada alejado del sentido melódico y comercial de ambos) no puede tener su oportunidad? Solo cabe desearle que en el futuro logre continuar por la senda musical recién abierta: puede haber muy buenas canciones esperándonos.

domingo, 29 de enero de 2012

MAN RAY - POPURRI (1998)





Nacido afines de la década pasada como el mejor exponente de la ultima generación pop de los ochenta, Man Ray - el grupo de Hilda Lizarazu, voz y Tito Losavio, guitarra, ambos compositores de la mayoría de los temas - cultiva el genero canción de una manera tradicional dentro del rock argentino.

Su búsqueda del pop humano, del estribillo perfecto, del acorde abierto y natural, se escucha en "Popurrí" bajo su mejor forma. En esta recopilacion realizada por los autores, se copilan temas de dos discos fundamentales: "Perro de playa " (1992) y "Hombre rayo" (1993). Antes, en 1988, Andrés Calamaro había producido su debut para CBS. Después firmaron para EMI y editaron sus albums mas recientes: "Piropo" (1995) y "Ultramar" (1997).

Pero el momento que aquí se presenta tiene algo de mágico y trascendental: se trata de ese instante único en el que su autor madura y encuentra su voz, algo que sucedió entre el Perro y el Rayo, entre "Sola en los bares" y "Todo cambia".

Durante la primera mitad de los 90´s, una época en la que Hilda Lizarazu fue la voz de Charly Garcia (como nunca antes una cantante lo había sido desde la época de Fabiana Cantilo) y Tito Losavio supo tocar en Los Twist, Man Ray descubrió su camino, el hueco preciso de su música.

"Popurrí" recorre (y festeja) ese hallazgo, el instante en que un grupo es ese y ningún otro. Aquí están, estas son las canciones que ganaron para Man Ray un destino pop perfecto y humano.

Martin Perez. periodista argentino especializado en rock.

Si deseas el disco puedes escribirme: alejandro_cf@hotmail.com

martes, 24 de enero de 2012

EL CANIBAL DE ROTEMBURGO

EL CANIBAL DE ROTHENBURGO
ANALISIS DESDE LA PS FORENSE Y CRIMINOLÓGICA
ADRIANA SAVIO CORVINO (URUGUAY).
“…el canibalismo no es otra enfermedad del comer o disorexia…El canibalismo es una más de aquellas actividades que nos recuerda que, a veces, somos el mono desnudo en lugar del homo sapiens.”.
Dr. Félix E. F. Larocca.
Introducción.
Armin Meiwes, ingeniero alemán de 52 años de edad, vive actualmente purgando pena en la cárcel de Kessel, cárcel de máxima seguridad en Alemania. Cometió su primer acto delictivo en el
2002. Para empezar podríamos considerar a Armin Meiwes, como el hombre que se atrevió a trascender la línea de fuego de los tabúes culturales, cometiendo el más terrible asesinato de la historia del Crimen, en el que su víctima llegó a suplicar en cierto sentido, que Armin la carneara viva, amputándole su miembro viril, parte que convinieron degustar y compartir mutuamente en la mesa. ¿Cómo podríamos pensar este hecho? ¿Cómo darle nombre? Ante este desafío quizás deberíamos recordar las sabias palabras del Criminólogo del FBI Marck Safarick quien plantea que muchas veces no es positivo preguntarse el por qué, y esperar que haya una “razón” para cometer un crimen; existen actos que solo pueden calificarse de “encarnaciones demoníacas”.
Nuestras manos y mente están vacías, ante el hecho criminal cometido por Armin…les propongo dar lectura del mismo desde diversos ángulos, para poder pensarlo no buscando la quimera de “la verdad revelada” acerca del hecho, sino tratar de aproximarse lo mas posible a las diversas vivencias que condujeron a Armin a esta historia de locura, pasión, confusión, que finalizó con el acto consumado de un rito canibálico- antropofágico de común acuerdo entre la “victima” y el
“victimario”, si es que así podemos definirlos a ambos. ¿Deberíamos decir que los dos homicidas estuvieron de acuerdo?... los invito a entrar en la mente del asesino, acompáñenme… Armin es y será un asesino serial en potencia, que no pudo seguir su proceso de matanza, pues lo capturaron antes. Pero nos ha interesado pensarlo como caso particular muy florido y nutrido de diversos
aspectos por cierto. ¿Qué constituye a la Serialidad? Pensemos en las palabras de Zeón, matemático griego sobre las series. La serie se suele presentar como aleatoria, azarosa; hasta que un lector pueda detectar la repetición de un hecho, en alguna señal o característica, ahí puede ordenarse como serie.
Este primer hecho puede ser inaugural, inédito; incluso para el mismo actor. Entonces, los fenómenos de serialidad criminal pueden ser analizados como una situación concreta, que será única en sí misma. En las situaciones lo que está en consideración es lo verdadero, no una verdad
absoluta, lo verdadero para esa situación per se... En los criminales seriales se pueden encontrar rasgos de perversión anudando en el acto criminal los agujeros simbólicos de la sexualidad y de la muerte, pero sostenidos en el horror.
Un recorrido por la Historia del Canibalismo y la Antropofagia: Aportes desde la antropología: Para empezar es fundamental diferenciar entre canibalismo (Deriva de los Caníbal). La etimología de la palabra caníbal proviene de “cariba” que significa en lengua étnica, los bravíos o valientes; pasarían a ser los “caribes” en boca de los colonos españoles, y al ver que eran antropófagos, cariba quedó suplantado por la designación “caníbal”). En sí, un ser vivo de su propia especie, y antropófago (Hombre que come a otros hombres) que es aquel que devora humanos.
El caso del ser humano que devora a otro ser humano, lo cual sería considerado canibalismo por comer a alguien de la misma especie, es tambien antropofagia por devorar a seres humanos –siendo este el caso de Armin-. Es importante destacar el simbolismo que acompaña al acto en sí; no es lo mismo una ceremonia caníbal de los indígenas latinoamericanos Yanoama del limite Venezuela-Brasil, comiendo a familiares deseados para incorporar sus méritos endocanibalismo o expulsar de ellos lo que no querían (Exocaniablismo); que el acto de canibalismo consumado por los rugbiers uruguayos en la Cordillera de los Andes. En el primer caso asistimos a una ceremonia caníbal, que es tal, a razón del simbolismo mágico.

El móvil es la creencia, la costumbre y los afectos. Mientras que en el segundo caso, los rugbiers uruguayos, debieron inflingir el tabú caníbal por necesidad de supervivencia; o comían la carne de sus familiares muertos o perecían. El móvil era supervivencia, necesidad de vida, no hubo otra razón. Debemos destacar que se designan tres tipos de canibalismos; el canibalismo por supervivencia , el canibalismo gourmet – que es el que disfruta sibaritamente de la variación de ingerir carne humana- y el canibalismo ritual que está implicado en un contexto socio cultural determinado.
Una mirada desde la antropología y los arquetipos psicológicos: Los actos de orden canibálicos son al día de hoy, una realidad y al mismo tiempo, una fantasía primordial y recurrente de la especie humana. Como lo describe S. Freud en Tótem y Tabú, el objetivo principal por el
cual comer carne humana, es y será castigar al enemigo, obtener venganza, tanto por motivos religiosos ceremoniales, o por motivos mágicos. Según Freud, para el hombre es necesario un Tótem, cual figura primordialmente poderosa y de significancia constitucional; figura paterna como el padre de todos los simples mortales; quien concentra en su investidura todo lo excelso de la raza humana centrando en él todo el poder para dominar y liderar la horda primordial. El Tótem simboliza todo aquello que por su “perfección casi idílica” implica una añoranza para los hombres mortales; es así como Freud interpretará en su obra la Santa Comunión y el acto de comulgar como el medio por el cual el mortal introyecta en su interior físico y espiritual, los poderes del Padre, las supremacías del Tótem. En estos pensamientos se encierra un halo de canibalizar a aquel mortal que supo “trascender” su esencia humana adquiriendo capacidades no asequibles por todos en la tribu.
Canibalizarlo era reconocerlo de forma emblemática a través del acto de comerlo; el alma del comido renacería en el cuerpo de aquel que lo ingiriera. Pero además eso era posicionarlo en el plano que debía estar; darle muerte para que este pudiera acceder al plano, era otorgarle una gracia para su crecimiento espiritual. El parricidio acompañado de un acto canibálico con el fin de darle muerte al Padre primordial al Padre de la Horda; se trata de un acto arquetípico que todo ser humano vivencia camino a su propia constitución intrapsíquica; el parricidio simbólicamente hablando, siempre es necesario y al decir de Lacan; “…el padre deberá ser asesinado luego de haber podido integrar en nosotros, todo aquello que sea significante de su investidura como tal.”

Recordemos los trabajos de Gustav Jung. Es un acto vital, para darle andamiaje a la estructuración adulta del hijo; de ahí la necesidad primordial de asesinar al Tótem para integrar de él todo aquello que pueda servir para crecer e idealmente tornarse en un futuro en uno más. Nuestras fantasías primordiales o protofantasias – ser comido y defecado - son la esencia
antropológica y arquetípica que nos conforma son nuestra raíz mortal. Nos cincela desde lo estructural y manteniendo raya a la impulsividad de un supuesto cerebro de reptil por medio de la creencia de que la fantasía puede llega a hacerse realidad. Entonces será fundamental para cualquier sujeto distinguir entre: ser concientes de aquello que nos construye desde lo simbólico
“como” y desear buscar hacer realidad las mismas, o sea extrapolarlas desde lo imaginario/simbólico a lo Real de nuestras vidas cotidianas. (Pasar al Acto). Este es uno de los aspectos de mayor estridencia en el caso de Armin Meiwes; en el documental dirá afligido: “Hoy sé que lo que hice no pudo ser nunca. Que los sueños, sueños son…que nunca pueden ser realidad.” No queda claro el nivel de comprensión real de Armin ante el acto cometido; ¿Cómo
comprender esta expresión? Su discurso no es consistente, es un discurso propio del pensamiento de un púber…es este aspecto el que lo envuelve todo, en un halo cuasi bizarro. El ámbito jurídico no solo conmocionó ante la consumación, sino principalmente, ante la actitud que tomó Armin. Al relatar su historia parece volver a vivirla y disfrutar cada parte, sin expresar congoja ante la muerte de Barnes. Pero…… ¿hablamos de desapego? o ¿creencia acerca de la mejora que le puedo aportar el caníbal a su victima? Nos preguntamos también, ¿en qué vida
vive Armin?, ¿en un sueño propiciado para sus gustos deseos a modo de infante consentido o en la realidad? ¿Puede Armin Meiwes distinguir hoy, entre protofantasía primordial y su vida real?. El jugar al “como si” desplazó al juego de y sobre la realidad misma; así las fantasías primordiales de padres terribles y usurpadores de cuerpos se hicieron carne en las mentes y luego en los actos de Armin y Barnes.-.¿Cómo comprender el caso?.Planteos iniciales:.Primeramente no podemos dejar pasar en alto que hay algo del canibalismo que se intrinca en la trama de lo que hace al objeto de estudio de la criminología; el antropófago engulle a su víctima y no deja indicios de la existencia del cuerpo usurpado, profanado, exterminado y reducido hasta el punto final de ser ingerido. El acto de comer a otro semejante, hace también a la escena del crimen donde el victimario hace desaparecer por completo, a través de su reducción, al cuerpo del delito, esto será un punto interesante de analizar. Asesinato cuasi perfecto si los hay; desde el momento que el criminal come las evidencias y ni siquiera deja los rastros de la misma; ni siquiera deja tras de sí los indicios como también prohibiendo que se haga la luz sobre los hechos. En el caso de Armin este aspecto no aparece; ni era explicable desde lo religioso ni desde la necesidad de sobrevivir, es por eso que en un principio se lo acusará de haber usado el móvil de deseo sexual para consumar su acto, pues desde lo legal sin ese detalle, no podría haber sido enjuiciado a partir de una lógica de valores como los de la sociedad alemana.
Desde el punto de vista antropológico es un claro episodio de canibalismo antropofágico; pero desde el plano jurídico forense podremos hablar de un suicidio asistido donde Armin actuó activamente para cumplir el deseo de autoeliminación de Barnes. Además también es pasible de catalogarse como un homicidio compartido con la propia víctima, que alude a una inducción al
homicidio. No hay móvil religioso ni de supervivencia; el único móvil real es el de deseo sexual pero de ambos y es aquí donde surge el gran dilema..¿Cuál es la diferencia entre un acto de canibalismo consumado por una tribu y uno consumado por un criminal? Ambos cometen el mismo acto, pero el criminal es criminal porque no respetó un tabú social, una prohibición
primordial, que es el “No te comerás a alguien de tu misma especie”, Armin osó cometer lo prohibido; mientras que el nativo está absuelto de la falta moral ya que en le sistema de valores que actúa está contemplado dicho acto. Con esto no deseamos hacer una apología del canibalismo pero percibimos que: el canibalismo es perversión en nuestras sociedades, mientras que en ciertas tribus está permitido por convicción religiosa-moral, el no ejercerlo sería lo considerado como una falta. El caso de Armin desde el punto de vista antropológico es un
claro episodio de canibalismo antropofágico; pero desde el plano jurídico forense podremos hablar de un suicidio asistido donde Armin actuó activamente para cumplir el deseo de autoeliminación de Barnes. Además también es pasible de catalogarse como un homicidio compartido con la propia víctima, que alude a una inducción al homicidio. No hay móvil religioso ni de supervivencia; el único móvil real es el de deseo sexual pero de ambos y es aquí donde surge el gran dilema..Al decir de Delameau, Armin sería un “hereje”, que cómo reza la etimología de la palabra; alguien que herejía, o sea, que eligió, optó entre un pool de opciones y deseó probar con la antropofagia. Lo mas triste del hecho es que encontró a una victima que le facilitó el camino. A su vez es imposible no recordar “La segunda teoría del mal” de Lacan es presentada en el seminario. En este Seminario Lacan presenta un goce masivo al que se accede a través de una trasgresión. El das Ding, la Cosa, objeto primordial es velado por la acción del ideal. A partir del examen por parte de Freud del amor al prójimo, Lacan concluye que el goce es un mal puesto que entraña el mal del otro y, en definitiva, el llamado del precepto bíblico de amar al prójimo hace oídos sordos a la tendencia del hombre a la maldad, a la agresión, a la destrucción y a la
crueldad. Esta teoría del mal no tiene el recurso de lo imaginario para acceder a lo real sino que el real queda ya incluido en el das Ding. En la medida en que el goce como mal se enlaza al semejante nos encontramos con la "maldad"..Esta perspectiva se aclara en la tercera escansión que se puede llevar a cabo en relación al mal. En el Seminario 17 el objeto a se vuelve
el plus de goce y resignifica así los dos tiempos anteriores. La pérdida de goce que se produce por la acción de lo simbólico conlleva una recuperación de goce a través del objeto plus de goce. Al mismo tiempo, la inclusión del sujeto en un discurso determina un lazo social en el que se aloja el objeto plus de goce en su relación al otro. Si el objeto plus de goce, autoerótico, encarna el goce
como mal, sólo a través del lazo social, en su acción sobre el otro, toma la forma de la maldad o de la crueldad..Entonces ¿cómo enjuiciar a un antropófago en dichas circunstancias? Es curioso ver cómo; la instancia de análisis jurídico de este hecho es muy particular como el hecho en sí;
primeramente debieron enjuiciar al reo por razones de inmoralidad, no pudiendo tomar el concepto “canibalismo” como agravante puesto que en las leyes alemanas no está considerado un hecho penalizable. Por otra parte, se debió enaltecer el aspecto de “móvil por deseo sexual” agregándole el adjetivo “egoísta”; ya que ni siquiera puedo ser considerado a modo de violación pues no hubo sometimiento a la fuerza, Barnes participó activamente del hecho. Por otra parte, Meiwes dijo que la idea de cortar un cuerpo humano lo excitaba sexualmente, y que para estimular sus fantasías miraba películas de zombis y de matanzas.
Para terminar la justicia también tenia en su contra el proceder de la propia victima a la que se asesinó, ya que todo se cometía en su consentimiento, Barnes sabía y permitió que se videofilmara todo el episodio, y además según muestra el video se hallaba “Feliz” cuando se cumplió con la amputación de su miembro; es más, auspició de cómplice con Armin, pues comió parte de su propio miembro luego de que Meiwes lo preparara como cena. Frente a los hechos así planteados, ¿Cómo pensar el episodio desde la víctima? ¿Existió una? ¿De qué elementos puede agarrarse la justicia para enjuiciar a Meiwes? ¿Es Meiwes el culpable del hecho en su totalidad?.Lo primero que se nos viene a la mente si deseamos dar una cierta explicación muy pobremente aproximada es comenzar a analizar la circunstancia a partir de un posible Síndrome de Estocolmo.
Barnes interpreta el poder del agresor y ya lo inviste como protegido y referente de respeto desde
antes de acceder a la entrevista personal con Armin, la victima ya se somete a su victimario a partir del primer contacto por mail lo cual llama mucho la atención pues en realidad hay síndrome de Estocolmo sin contacto físico ni sometimiento real sino virtual por medio del discurso no del acceso físico, etc. La única violencia que pudo estar presente en todo el proceso de muerte de Barnes seguramente fue la violencia psicológica desde el discurso, pero que no
solo ejerció Meiwes sino que ambos se propiciaron mutuamente; uno con el fin de que se le amputara el pene; y el otro buscando, posteriormente, al cumplimiento de esta fantasía casi transexual, poder tener a la víctima en condiciones para ingerir su carne como tanto deseaba hacerlo desde niño. Es aquí donde nos topamos con una gran inconsistencia ¿Barnes deseaba también ser comido? ¿Bajo ese “ser devorado” solo fantaseaba en que le amputaran su miembro y nada más? En base a la novela familiar de Barnes nos queda la duda de si: ¿solo deseaba ser castrado? Una parte de él también deseaba cumplir con la fantasía de castración y también la de morir. Es justo decir, que preparó toda la escena del crimen antes de morir.
La hipótesis que se maneja es que; ¿Hasta donde pudo ir la presión de Meiwes luego de que Barnes estaba eunuco de continuar insistiendo en que dejara comerse también? Estos planteos jamás serán respondidos, solo aquellos que presenciaron el verdadero video, pudieron constatar que, por alguna razón, Meiwes vé antes de separar la cabeza de Barnes de su cuerpo, que éste sigue con vida, y sin vacilar lo degüella para luego continuar con el carneamiento.¿Estaba permitiendo que Barnes fuera libre de elegir su muerte? Son interrogantes que quedarán quizás para siempre sin respuesta…
Aludiendo a elementos de la autopsia psicológica de Barnes; éste tomó con anterioridad precauciones inconcientes o no, para no poder ser salvado, como las drogas ingeridas en exceso que precipitaron el acto de dilatación sanguínea y promovieron un más rápido desangrado. Otro elemento referente a la autopsia psicológica forense de la “víctima” fue que tomó precauciones de legar testamentos por si no regresaba nunca más, sabiendo de forma muy fiel que iba al encuentro con su muerte. La ley alemana finalmente pudo hallar una salida legalmente amparada que no estuviera también a favor de Meiwes; éste había entonces, usurpado la paz de los muertos y en Alemana este aspecto es condenable. Por todo lo anteriormente expuesto, y principalmente por haber constatado la sanidad mental del reo; hoy Meiwes purga una condena de Cadena Perpetua al día de hoy, en una de las cárceles de Europa de mayor seguridad.
El móvil de Armin fue sexual, lo cual no transforma el hecho en un crimen sexual, sino que nos habla de un crimen por placer sexual que es muy distinto. Donde además, no hay sometimiento, entonces no hay abuso ni ultrajo; solo goce de ambos parteners..Según palabras de JACK LEVIN[1], pionero de la Criminología Norteamericana, tanto Jeffrey Dahmer el Caníbal de Milwakee como los aborígenes caníbales persiguen en sí el mismo móvil: el mantener cerca a la víctima de sí mismos.“…Yo maté a un hombre, lo descuarticé y me lo comí, y desde ese momento él está conmigo para siempre…” "Mi idea era que él se convirtiera en parte de mi cuerpo", estos veredictos coinciden en parte con los de J. Dahmer que alego: "Me hacía sentir que pasaban
a ser permanentemente parte de mí… "..En base a ello podemos pensar en una hipótesis sobre un amor tremendamente perverso, pero amor al fin. Es fundamental dejar en claro lo siguiente: no estamos avalando los actos canibálicos; tan solo deseamos hacer una búsqueda cultural en el porqué de su existencia. Amor desde lo sexualizado; donde no existen roles ni géneros predominantes, por lo que hasta podemos pensar en la idea andrógina del amor de Platón. A ambos se los infiere lúcidos en el momento de la consumación del acto antropofágico; Armin con su psicopatía que desbordó seguramente en ciertos instantes tuvo destellos de elementos psicóticos; que se encuentra con un Barnes muy lúcido y conciente de la realidad en el momento de decidir realizar este juego macabro; un sujeto que seguramente vivió padecimiento psíquico y deterioro por mucho tiempo y por lo cual terminó ideando un final fantaseado según sus necesites –deliremas-, alguien con manejo de la realidad pero que hacia continuar su vida signado y guiado bajo la égida de un mandato delirante, seguramente muy encapsulado.
A simple viste, ambos sujetos con gozaban de normalidad, pero de cerca y desde lo oscuro de su interior, fueron tal para cual; el Andrógino (la perfección del amor mortal) y el misógino que fusionados pudieron ser por unos segundo la gran esfera perfecta hermafrodita ¿Cómo juega el amor en este acontecimiento? Por supuesto que no como nosotros lo comprendemos; pero si hay algo de fines amorosos que se halla encriptado en la historia. En base a dichos planteos podríamos decir que se trata de un crimen de sangre de tipo caníbal-antropofágico donde muy particularmente entra en escena el elemento del amor en relaciona patológica con al libido sexual.

Recordemos las palabras de Skrapeck al definir que: “…no se trataría de un homicidio sexual, sino de un homicidio sexualizado. La diferencia radica que el fin del primero solo es sexual, y aquí el objetivo perseguido es otro, es matar para luego comer el cuerpo.” Por otra parte el amor se podría conjeturar a partir del siguiente planteo: podríamos pensar en dos hombres, solitarios en su sentimiento de incomprensión, seguramente nunca antes correspondido; que gracias a la comunicación de Internet se encuentran. Dos partes que hacen a un todo, a un Uno - recordemos la concepción de amor platónica de los dos pedazos que al unirse hacen a un ser completo en todo sentido de la palabra incluso sexualmente hablando, tan poderoso como un hermafrodita-. Todo apunta a connotaciones referentes al mito de Andrógino, ambos sexos en un solo cuerpo
fusionados a modo de esfera perfecta que nada necesita del exterior pues todo lo comprende en su interior. "Mi idea era que él se convirtiera en parte de mi cuerpo", dijo Meiwes.-.Armin y Barnes se había fusionado en una unión cuasi hermafrodita; ambos comieron le miembro viril de Barnes que era aquella parte que para él estaba de mas y no permitía la armonía compartida.
Al decir del Dr. Marietan una fantasía transexual bastante común; que quizás fue acompañada por la fantasía de vivenciar una “invaginación” al momento de que se le amputara su pene. Luego de cometer el afelatio post mortem de su propio miembro, Barnes y Armin fueron una esfera perfecta según el Fedro de Platón; ello quizás podría explicar un cierto ápice de sentimiento amoroso presente en este aberrante episodio.-.Ambos se encontraron y se fusionaron en uno,
en un solo cuerpo, quizás primó el mas poderoso en resistencia física, creemos que Armin no era el mas dominante en cuanto a sus psiquis sino a su físico; pues en sí nuestros ojos se dirigen a Barnes en cuanto a la violencia psíquica. Era como Comulgar."Lo recordaba (a Brandes) en cada
pedazo de carne que me comía. Era como comulgar"[2], dijo Meiwes. La teofagia, término empleado para designar el consumo del cuerpo y la sangre de un dios ha sido considerada como una experiencia religiosa por miles de años (véase la mención anterior donde se indica la costumbre azteca de designar como “deidades” a quienes presentarían como manjar en la mesa de sus soberanos). El comer y beber de su cuerpo es introyectar al padre, al día de hoy se realiza una ceremonia simbólica para invocar este acto; pero al introyectarlo quedamos entonces en Gracia de Dios.(2).El comer a una persona en algunos casos implica desearla, tomar de ella sus atributos y metabolizarlos, es decir nutrirse, vigorizarse con ellos. Se buscaría pues, llevarla consigo permanentemente, tal como un amuleto, un concepto o un recuerdo importante, pero
de un modo más especial aquí vemos como el pensamiento mágico invade a la razón; una cosa es la metáfora y otra muy distinta es llevar a cabo, ACTUAR la metáfora. El caso de Meiwes será un claro caso de endocanibalismo que se acompañará del pensamiento mágico primordial que asegura que el que es comido cobrará más vida y más significado que estando vivo.[3] Pero la pregunta sería: ¿Qué tiene Barnes tan deseado por Armin? ¿Sería la “valentía” de Brandes de
poder desear con libertad volverse anatómicamente mujer por medio de la amputación de su miembro? ¿Sería que Armin deseaba encumbrarlo o simplemente cumplir con Barnes una fantasía descabellada?.
Aspectos Victimológicos:.¿Que sucedió en la mente de Armin para conducirlo a este camino sin regreso?.El juego de los espejos: ¿Quién era quién? ¿Quién victima y quién victimario?.Desde la victimología nos podríamos cuestionarnos quien sería aquí la verdadera victima y si realmente podríamos hablar de una o de ninguna..¿Qué mentalidad podría resistir el seducir y someter a otro a cometer nuestros deseos mas mórbidos sobre nosotros mismos? Es por ello que Barnes aparece como el blanco de las cuestiones, y uno podría decir, Claro como es el difunto no puede dar opinión; pero la pregunta que se nos impone es : ¿Quién fue sometido por quien? ¨ ¿Hubo una victima? Creemos que no, que tan solo dato de dos deseos ocultos que desearon llevar ambos a cabo, y uno se abstemio de la estructuralidad del otro para poder conseguir llegar al objetivo. Por supuesto que Barnes llevo la peor parte, pero quizás para nuestros ojos; quizás para el fue un deseo hecho realidad..Si nos centramos en lo circunstancias, sabemos que Barnes dudo al llegar el momento de ser amputado y comido; pero sucedió que Armin lo supo convencer y seducir manipuladoramente para que la presa volviera a la sala de descuartizamiento. Pero tampoco en esta instancia Barnes se mostró como un cordero, increpó a Armin y le reclamo que era demasiado débil para comerlo y no hacerlo sufrir; o sea lo manipulo sádicamente con el fin de que si Armin dubitará, se decidiera trágicamente a llevar adelante el acto. Y finalmente en esa ambigüedad si se quiere, histérica lo convenció y manipulo hasta llevarlo ciego al asesinato más horroroso de la historia. Armin supo caer ante las artimañas de Barnes; pues su estructura perversa y psicopática despertó ante el llamado de su presa. El cazador fue desafiado por la presa y de forma mas que brusca para asegurar la captura de la misma, se encarnizó con ella..Cuando este se movió, era demasiado tarde, Armin estaba decidido, ahora, a cumplir con su deseo, había
sabido cumplir primero con el de Barnes; ahora era su turno..En vista de lo antedicho, no podemos hablar de victimas, pues el sometimiento era por ambas partes; primero Barnes somete psicológicamente a Armin para cumplir su deseo, y luego es Armin el que ante el cadáver de Barnes cumple su parte. Quizás hay mas manipulación psicológica de parte de Barnes que al inicio victimizó a Armin que de Armin con Barnes al final, pero este también tiene lo suyo. Podemos decir que la victima que eligió era por el estado en que se hallaba, de muy fácil manipulación y sometimiento; lo cual nos habla de un nivel de sadismo muy elevado casi al nivel del pederasta.
Recordemos las palabras de Lacan:

“…el sinvergüenza que ejecuta el acto malvado logra, paradójicamente, producir la vergüenza del lado de la víctima puesto que la asume subjetivamente ante la ausencia de vergüenza de su verdugo – con respecto a ello no sabemos que rol asignarle a Armin y a Barnes-. A partir de estos desarrollos podemos preguntarnos con Lacan sobre cuál es el "enemigo interior", el kakon – del gr. KAKAS – malo -, que puede verse eliminado a través de un acto homicida. Las interpretaciones sociales o exportadas del saber comunitario no alcanzan para medir la magnitud de un crimen ni las consecuencias sobre el sujeto. El tema del sentimiento de culpa, como un sentamiento común a ambos; Barnes lo tenia con la imagen materna, y Armin con la paterna; ambas habían sido dos perdidas sumamente significativas y traumáticas para los dos.
EL MODUS OPERANDI Y EL PERFIL PSICOLÓGICO: Retomando los aspectos criminológicos
podemos decir que; en cuanto a su modus operando Armin se mostró como un asesino organizado y desorganizado a la vez; pues su modus operandi fue muy ordenado en cuanto a las circunstancialidades previas como: la preparación del cuarto de tortura anti sonido, la búsqueda y selección de Barnes, etc.- pero en cuanto a la manera de “cazar gente” lo hacia por intermedio de un medio de comunicación publico, no pensando en que podrían capturarlo por ahí. Además en el momento de quietarle la vida a Barnes comete variadas incisiones en el cuerpo de la víctima
de forma desordenada y apresurada, lo cual demuestra la forma desorganizada de proceder en el instante.
La desorganización nos habla de un sujeto que según los profiles puede tener tendencias o rasgos de personalidad psicóticos. De ahí el despreocuparse de ciertos elementos, pues el espacio ni el tiempo real esta presente en los pasos homicidas que recorre..Diagnostico:.Armin Meiwes, es un sujeto que , acorde a su comportamiento presenta un cuadro de psicopatía agravada a lo que según la Semiologia americana se conoce por un trastorno de personalidad anti social grave. Armin se muestra como un sujeto conciente de su discurso donde no se detectaron delirios ni otros aspecto referentes a ningún estado absoluto de insana mental. No descartemos, sin embargo, presencia de deliremos o ideaciones delirantes mas encapsuladas que en cierta circunstancia de presión pudieron haber irrumpido y desatado comportamientos mas patológicos.- (Hipótesis de Parafrenia Desterrada) .Según el índice de maldad, medida pensada y
planificada por el D. Michael Sten, podríamos posicionar a Armin Meiwes en el lugar Nº3 de la tabla de tipificación; Voluntarios Cómplices del Asesino; Personalidades Aberrantes: Impulsivos y/o con tratos antisociales; y aquí está lo particular, a Armin deberemos tripicarlo como co autor del hecho criminal pues no solo él fue el que lo causó, también se consumó gracias a al ayuda de
Barnes.-Es un típico caso de psicopatía agravada por algunos otros elementos que podríamos decir, seguramente sean de orden congénito como por ejemplo ciertos indicios de epilepsia (tema de enojo epilepsia y otros aspectos que veremos mas adelante); la psicopatía la observamos en: 1) Deseos Extravagantes y “diferentes” como por ejemplo “comer Carne”. Armin dejo atrás muchas
prohibiciones ancestrales y primordiales con el fin de poder cumplir cuasi “egoístamente” con su deseo de toda la vida; comerse a otro..Por otra parte supo combinar tal descomenpensación con su elección de genero que lo llevo a que cometiera un afelatio mortal y compartido con ese Otro -psicopático y complementario de Marietan..2) Cosificación del Cuerpo del Otro, sentirse el elegido para poder canalizar en su cuerpo la esencia de vida de ese Otro.3) Elementos de Clara Perversión y Sadismo acompañada de manipulación..Si podemos decir que; a pesar de no haberse constada según los testimonios de Armin, ningún tipo de mandato, voces que lo obligaran a comerse a Barnes, etc.; si nos encontramos en varios momentos ante diversos episodios en los que Armin expresa ambigüedad del pensamiento ante aspectos que refieren a lo mral mas que a lo psíquico; por ejemplo, el no saber si rezar a Dios o al Diablo, etc.; nos habla de confusión que siente Armin luego de haber terminado con la vida de Barnes; pero una confusión que alude a elementos muy particulares, que en la esencia de cada uno refieren a una significación de valores determinados; no es lo mismo rezar a Dios que al Diablo. Estos aspectos
nos hacen pensar en ciertos rasgos psicóticos que podemos vislumbrar en interacción sobre la estructura psicopática propiamente dicha que presenta Armin. Por otro lado mucho costaría pensar en un cuadro psicótico, pues existen varios indicios de la conciencia de Armin en la puesta en marcha de su plan antropofágico. Pensó en los tiempos, preparó la escena del crimen, eligió
cautamente a su partener , filmó todo el proceso para cuidarse en salud de posible concejo que pudieran hacer en su contra, y acondicionar la casa de forma que nada pudiera oírse en esa macabra noche de muerte.-.4) El psicopático se siente elegido sin llegar a lo megalomaníaco; no hay delirios pero tampoco existe la conciencia de culpa como sí se observa en el neurótico.

En este caso es claro el ejemplo de psicopatía agravada justamente por la falta de delirio concretizado e inexistencia de culpa por lo realizado. Pero sí es menester señalar que en el caso de Armin observamos no delirios concretizados pero si deliremas o ideaciones delirantes que se fueron haciendo cada vez mas acentuadas a partir de la infancia en adelante: estas fantasías pudieron agravar en la adultez el cuadro de psicopatía.-.Podemos ver un Armin perverso y haciendo muestra de su psicopatía, esbozando casi el mismo tipo de discurso con el mismo mensaje que Bundy Ted alegaría al ser capturado: “Que el no era el único en Alemania, que en el Chat había muchos mas de el, que deseaban comer gente. Nos recuerda a Bundy al ser condenado alegando; “Atraparme a mi, no es sinónimo de nada, hay miles mas de mi afuera que matarán mañana, a sus hijos…”.Esa idea de dejar en la mente de los demás, el sentimiento de
estar culpando a alguien que representa un ínfimo porcentajes de todos aquellos que están cometiendo lo mismo y están libres; esa conducta insensible y manipuladora de buscar hacer olvidar el acto que cometen en la indulgencia de la masa que no se procesa por lo mismo.
Maria Laura quiñones muy inteligentemente nos recordó el poder estar en las mentes de estos hombres; “Para ellos nuestras vidas cotidianas son “aburridas” detestables por su monotonía…ellos nacieron para otro tipo de desafíos, para otras aventuras que ningún hombre como nosotros puede cumplir. Ellos salen a matar como quien sale a vacacionar”..El modo complementario.

Ambos fueron altruistas en un principio y egoístas al final.

Además no hay forma de comprobar la premeditación pues la presa dio su consentimiento y lo reafirmo con sus testamentos, para ser sometido al acto. Aquí recordamos las palabras de Lacan al decir que: “… el homicidio es un "suicidio postergado y proyectado"... [4].Nos concentraremos en esta forma de relación del psicópata con el otro donde encuentra su molde, donde encastra ajustadamente para ejercer su acción psicopática y para ser "contenido" en tanto psicópata. Al igual que la metáfora enzima- sustrato, llave-cerradura, el psicópata encuentra en este tipo de individuos su par, aquel que lo complementa, le llena sus huecos, lo satisface. Y a su vez, el así llamado complementario, pasa por el mismo proceso: encuentra el ser especial que le llena sus vacíos y trae a la superficie sus insatisfacciones más profundas, más ocultas, más oscuras, más (pido licencia para este término) animal. Encuentra alguien que le acaricia su "animalito" y donde puede manifestarse en tanto animalito. Con esta palabra quiero expresar nuestro fuerte componente irracional, el que subyace debajo de todas las capas de la educación, de "civilización", el que permanece en aparente silencio, domado por tanta carga inhibitoria del "deber ser" y es, al decir de Nietzsche en Genealogía de la moral, "un animal enjaulado que golpea sus barrotes".
Agradeceré al lector que evite la analogía con el concepto freudiano de "ello", no por desconocer la riqueza de esta postura, sino que, para nuestro tema, lo llevará a una vía desviada y muerta. Bien, entonces el psicópata abre esta jaula y le da permiso al animalito del complementario a manifestarse. El psicópata ilumina estas zonas oscuras del complementario y las pone en acción. Esto es un efecto secundario del accionar psicopático y no tiene nada de solidario, docente o pensado para beneficiar al complementario. Repetimos y lo haremos muchas veces más, el
psicópata trabaja para sí mismo. Este poner en marcha estas zonas oscuras deslumbran por un lado al complementario y por otro lo dejan perplejo primero y, muchas veces, avergonzado después: "¿cómo pude hacer eso?".
La psicología Criminalística y forense podría argumentar que sin lugar a dudas se trata de un cazador, como todo psicopático; un sujeto que teniendo la oportunidad volvería a buscar la forma de hacerse de mas carne humana, la prueba fehaciente fue la de descubrirlo cuando pidió - por el mismo medio anterior- mas carne porque se habían acabado los 22 Kg. de Barnes.- El nivel de peligrosidad en esos llamados por los criminólogos “camaleones” pues cambian su embestidura
de acuerdo a los benéficos que puedan sacar del medio al hacerlo; es alto. Su nivel de peligrosidad[5]La peligrosidad ha sido definida como la condición que concurre en el individuo notoriamente propenso a realizar actos antisociales o criminosos..El psicopático no aprende de su experiencia y cancela así, por medio de la impulsividad la tríada recordar-repetir-reelaborar , no puede reelaborar la impulsividad es mas fuerte, impone; el beneficio es químico, y se llama “ADRENALINA” en la sangre. Esas mentes lo necesitan.-.Al decir de Quiñones la adrenalina para el común de las personas implica una reacción de tensión, es decir un desequilibrio de la homeostasis. En el psicópata la descarga de adrenalina es sinónimo de sensaciones placenteras y es por eso que se adapta a las situaciones arriesgadas sin temor por la incertidumbre. Muchos durante la tormenta psicopática descargan toda su crueldad y todo su odio, por ejemplo algunos psicópatas mientras vejan a sus víctimas sin penetrarlas llegan al orgasmo, tal es el caso de algunos antropófagos, a quienes comer a su víctima les produce el vaciamiento de sustancias genésicas.
Los problemas a raíz de la no existencia o falencia del Nombre del Padre.-.¿Qué elementos podríamos analizar en las vidas de ambos sujetos, que nos puedan responder de qué manera ambos pudieron fusionarse en dos personas capaces de aceptar tan atroz crimen?.¿Qué compartían en común que a simple vista parecían diferentes pero e el fondo deseaban las mismas cosas tan extravagantes?.Ambos eran sujetos con una buen nivel socio cultural, provenientes de familias de clase medio alta; diplomados. Ambos eran homosexuales; ambos habían sufrido terriblemente la pérdida de sus padres, y Barnes también la de su madre que se suicida en un accidente de tránsito cuando se entera que su hijo jugaba a los doctores con otros niños y se convence que era gay. Ambos se satisfacían sexualmente por medio del placer que les otorgaba la masturbación y las prácticas que inflingían dolor. En este punto Barnes también sufría de lo que se conoce por Algolagnia: del griego antiguo (algos: dolor; lagneia: placer), que constituye una de las definiciones usuales en Medicina para referirse al erotismo del dolor, al placer sexual relacionado con las sensaciones dolorosas. Una forma de obtener placer que como es este el caso, deriva por lo general en ciertas perversiones sexuales sumamente sádicas.

No olvidemos la referencia a las acciones por tendencias autopunitivas como referirá Lacan en su Caso Aimé..O sea, el pasaje al acto homicida y si lo miramos de la perspectiva de Barnes también suicida, se halla en todas las estructuras pero según la que sea, su estatuto clínico se modifica. Ahora bien, el uso por parte de Lacan de este término sitúa a un enemigo interior en el ámbito especular que afecta a otro, a la víctima. En el terreno imaginario, el sujeto, por acción de tendencias autopunitivas, se auto-agrede a través de la persona a la que dirige su acto agresivo y homicida. Pero dentro de este ámbito imaginario se trata de producir la extracción de un mal real. El mal es un objeto real, el kakon, que se presentifica en la relación imaginaria con el otro. Así Lacan piensa el homicidio como un suicidio proyectado.-.En este caso, Barnes apoyado con su sentimiento de placer unido al sufrimiento total, le permitirá a Armin que sea él el kakón, por lo que la acción autopunitiva la llevará acabo Armin con la autorización total de Barnes, él se
merecía algo así y debía hallar a alguien que se lo propiciara e hiciera, también disfrutara.- Es real que hacia la persona de Armin hay dirigido indirectamente un acto homicida y de agresión concreto, que éste lo interpreta y busca hacer realidad por medio del crimen en que ambos son piezas vitales para concretarlo.- Así la pregunta sería ¿Qué kakón purgaban Armin y Barnes en su
crimen compartido? ¿Qué horror primordial que atormentaba sus mentes, compartieron? ¿Tiene esto algo que ver con algún sentimiento de maldad primordial, odio, etc?.
El psicoanalista inglés Christopher Bollas[6] plantea distintos pasos en la constitución de la maldad. A su entender, la estructura de la maldad se basa en una violación de la fe del niño en la bondad de sus padres. El yo de este niño fue “asesinado” siendo muy pequeño por una experiencia de abandono por parte de los padres o por un maltrato extremo. Dicha experiencia hará entonces que el sujeto someta a sus víctimas a la experimentación de la muerte del yo que éste experimentó en su infancia, identificándose finalmente con el yo asesinado de sus víctimas. Aspecto que veremos en este juego de dos, donde Armin termina desconcertado ante lo que
hizo, en esa desazón de contentarse por haber cumplido una fantasía y la mezcla de nostalgia por ese “amigo” que ya no está mas a su lado.- En ciertos casos, la venganza contra los padres es animada por el odio del ser, como sucede con los asesinos seriales de ancianos –casos como los sucedidos en México-. Odio inducido pro el hecho de que el sujeto imagina la existencia de un "ser" que posee un saber inasible y amenazante para sí mismo. Odio que puede dirigirse hacia aquel que supone más perfecto, según Freud del odio participa el deseo de saber, algo es más odiado cuanto más desconocido, sobreestimando la amenaza que representa; odio que refiere a un detestar el poder detentado por Otro visto como superior y amenazante.- La peligrosidad a nivel inconciente se centrará en la imagen de ese “padre de horda primitivo” de Personalidad Antisocial al que definimos como Psicópata Parásito, que para los norteamericanos es el Desorden de Personalidad Antisocial por Poder, que sabe apelar a la pulsión tanática o mortífera que todos tenemos dentro, logrando desequilibrar a los sujetos vulnerables, solitarios, narcisistas u otros psicópatas como él. Aquí podemos pensar en Barnes como la presa que cae en la trampa pero luego muta, dentro del juego del rol en ese padre primitivo de la horda, en ese padre gozador que amedrenta la mente de Armin y lo decide totalmente al desenlace del acto.
Es muy pobre que al decir de Marietan podríamos pensar en un psicópata y su complementario intercambiando roles durante el lapso que duró el juego macabro que protagonizaron.
LA HIPÓTESIS DE LA EPILEPSIA SINEPILEPSIA:
Existe algo en Armin que no termina de encajar de forma coherente con el cuadro que expone; los peritos alemanes dieron el veredicto de sanidad mental; aspecto que sin faltar el respeto a nadie, también se observa mucho en el ámbito forense como medio legal para dar una pena realmente condenable al reo. Pues en caso de insania mental la pena es purgada en instituciones psiquíatricas que no aseguran el nivel de castigo que se desea imputar. Hay algo en la presentación de Armin y principalmente en las características de su discurso que nos hace pensar; a raíz de elementos como: la falta de conciencia de enfermedad y naturalidad con la que relata los hechos- que sabemos que es característica compartida con la psicopatía- peor hayamos
algo más mórbido, mas propio de un cuadro complicado quizás con alguna enfermedad mas de orden orgánica fomentando en algún aspecto la patología de desorden de su personalidad.
En un principio nos llamo mucho la atención, los movimientos oculares a modo de estereotipias de sus ojos al hablar, su expresión “santurrona” y adolescentizada, pero lo que observamos como mas despuntante con la psicopatía es que en ningún momento al referirse al asesinato en sí, buscó enmendar la circunstancia protegerse de lo terrible del hecho, todo lo contrario, dio detalles exactos del hecho y no buscó manipulatoriamente cambiar la perspectiva ni la idea del interlocutor sobre lo atroz del acto.-.En un pasado, pensamos en aludir elementos hallados a alguna derivación oligofrénica, pero harto sabido es que deberíamos hallar delirio místico encapsulamientos u otras connotaciones mágicas. Armin no alude el cometer el acto a un rito religioso de ninguna índole; pero es de orden señalar la presencia muy desdibujada, pero presencia al fin del pensamiento mágico infantil primario; en todo aquello que soporta el cumplir las protofantasías, y el no temer lo suficiente al castigo de cumplirlas. Igualmente este rasgo queda en solamente en eso; no presenta la suficiente fuerza para poder estructurar un delirio propiamente dicho, a duras penas se alcanzan unas muy pobres ideaciones delirantes y todo lo mórbido referente a un cuadro mas estructurado queda en eso.-.Al decir del Dr. Abraham[7], pensaremos entonces en una posible cuadro Anexo; acompañante del cuadro de base que es el
psicopático; que podría tratarse perfectamente de una Epilepsia designada como “Psicológica” como la interpreta el Dr. que de acuerdo a una decisión personal, entendemos a través de esta denominación a aquellas personas que tienen trastornos de la personalidad, sobre todo en el campo de las relaciones humanas, o las relaciones yo-tú. Las más frecuentes son las que tienden a la agresividad, pero en otros casos existen excesos de los sentimientos, que tanto pueden ser de
odio como de amor. Por otra parte, en el comportamiento y en las emociones de sujetos con crisis epilépticas pueden ocurrir diversas alteraciones de diferente origen:Personalidad psicopática epiléptica: teóricamente al menos, por definición no constituyen enfermedades mentales y por lo tanto sus portadoresquedarían fuera del concepto legal de "alteración morbosa de las facultades".

Sin embargo, no habría obstáculos, de acuerdo con la teoría de la enfermedad mental y con la tesis organicista, en catalogar de morboso a un psicópata epiléptico cuando aparte de la morfología del delito concurra en el autor la mayoría de los factores orgánicos, heredológicos y conductivistas, etcétera, propio de una estructura epiléptica..A partir de lo cual hallamos varias
coincidencias llamativas con Armin:
1) Tipo de Discurso; lento, pausado, muy pensado y discurso denso. La lentitud intelectual o bradipsiquia iría pareja con la viscosidad afectiva, además retraso en la formación de ideas y asociaciones, así como en la comprensión intelectual de la información que les es trasmitida. La percepción de un discurso infantilizado y sumamente adolescentinzado para la edad cronológica de Armin; aspecto que se vincula a un síntoma caracteríal en la Epilepsia en términos generales que es el de una tranquilidad, una lentitud, una dulzura, frecuentemente vista en los niños, que
los hacen designar a estos pacientes con el aspecto de santurrones o “santitos”.
2) Comportamiento; el trastorno de la personalidad que este tipo de epiléptico presenta no permanece estable, sino que varía siguiendo una pauta cíclica, esto es, la viscosidad afectiva y la bradipsiquia se acentuarían progresivamente, hasta un punto en el que se produciría una descarga, sea directamente de tipo epiléptico o de tipo agresivo, seguido o no de un ataque
epiléptico, después del cual el trastorno del carácter mejoraría, recomenzando entonces el ciclo de empeoramiento progresivo, hasta culminar en una nueva descarga. Lo que pensamos inmediatamente en que: al decir de Urquiza, estas conductas complejas, automáticas y perseverantes, pueden convivir en un individuo durante horas e incluso días, apareciendo bruscamente, y desembocando en un estado sin claridad de conciencia. Pueden estructurarse en diferentes grados; desde su extremo mínimo: coma, pasando por los estados confusional,
embotamiento, crepuscular, onírico, oniróide, llegando a los exacerbados como la hipervigilia e hiperfrenia. (De ahí la equivocación de ciertos colegas en pensar a Armin como hebefrénico y no como un montaje psicopático acompañado de una padecencia como lo es la Epilepsia psicológica).
La explicación neurofisiológica será que; las CRISIS GRADUOCOMICIALES, es decir, parciales con o sin generalización, tienen su descarga neuronal en una zona determinada del cerebro, es decir en un foco epileptógeno, son difíciles de detectar a simple vista y se presentan con conflictos intrapsiquicos. De éstas, nos interesarán como aplicables a Armin las que traen consigo automatismos psicomotores y equivalentes (PENFIELD)..Por otra parte, estos pacientes presentan casi siempre una “una disrregulación entre la excitación y la inhibición”. No se trataría de una hipersincronía eléctrica, sino de una bipolaridad extrema en el seno de la actividad eléctrica del funcionamiento cerebral[8]. Pensamos entonces en la sensación de asombro real de Armin al cometer el asesinato; “No podía creer lo que había hecho, no sabia que hacer, si rezar a Dios o pedirle al Diablo.-“.Ciertos impulsos delictivos u homicidas, como los de este caso, se traducirían en escenas criminales predominantemente desorganizadas. En el caso Armin se aprecia muy llamativamente, dos momentos, un inicial ordenado y cauteloso típico de un modelo organizado de asesino, que de repente y sin previo aviso, muta en una desorganización completa en la escena misma del crimen, conformando un perfil mixto, recordemos que en un segundo momento Armin dejará testigos y vestigios de gran valor criminalístico, por ejemplo sus contactos en el Chat de Internet abierto a mas de 400 personas.-. Cuadros donde podemos hallar asesinatos con modus operandis como la estrangulación o golpes letales y rápidos con armas de oportunidad o punzo cortantes.
3) Elemento de Amor/Odio alternados de forma loca e incoherente, muchos mas desajustados que en una patología border; pensemos en la desregulación del momento referente al desequilibrio neuro psíquico.- Los fenómenos disociativos ictales incluyen despersonalización, desrealización (Sensación de que el mundo no es real), autoscopia (ver el doble de uno mismo o experiencias fuera del cuerpo de uno mismo) o raramente alteraciones de la personalidad (personalidad doble o múltiple). El término de poriomanía se refiere a periodos prolongados de
confusión en los cuales el paciente puede viajar y no tener memoria de los eventos durante este periodo; estos episodios probablemente correspondan a estados postictales aunque han sido pobremente caracterizados.
4) Otro aspecto será el concepto de oscurecimiento de Conciencia (Quiñones) presente en cierto estado de “aura” comicial típico en epilepsias. Lo cual vuelve a aludir a las Crisis Graudocomiciales ya analizadas. También pensamos nuevamente en “Cuando lo ví…no sabía que hacer”.
5) Finalmente hay un elemento que aportaría una ciencia auxiliar como lo es la Odontología Forense; si observamos el rostro de Armin podemos ver una dentadura que más allá de la constitución y estética dentaria de la misma; podemos notar claramente un retardo evidente del
crecimiento de las coronas dentarias, que no hace al tamaño de los dientes sino mas bien a su desarrollo cronológico que nos e ajusta la edad real del paciente. Es de destacar que también las piezas dentarias son referentes y reflejo objetivo de la evolución y crecimiento o terminación de la formación embrionaria esperada en los seres humanos. Un sujeto con labio leporino to sea, falta de terminación de cerramiento del labio por mala formación o falta de evolución, tiene un 98% mas de probabilidades de presentar una falta de maduración en otras partes de su anatomía, como puede ser aspectos epileptoides y otros males provenientes de la ausencia de maduración anatómica.
En Armin hay diagnóstico de fibromatosis gingival idiopática, amelogénesis imperfecta tipo hipoplásica, anomalías de forma y tamaño dental, y retardo en la erupción dental. Lo cual nos podría estar hablando de un hecho que nos marcaría la posibilidad de falta de formación en otras partes de su cuerpo, o enlentecimintos en el crecimiento y tiempos de maduración esperados, como por ejemplo el cerebral. Este aspecto agregaría en cierta forma, otro elemento mas a
la hipótesis de epilepsia.
Es por todos los aspectos anteriormente planteados que manejamos la hipótesis de la presencia de una “epilepsia encapsulada”, padecimiento que se acompañaría a modo de montaje con una cuadro psicopático agravado; que a su vez se vincula a un comportamiento que habilitaría y además auspiciaría de forma casi naturalizada; el acto OMINOSO que cometió Armin con Barnes.Es porque creemos que en él hay algo que excede a lo perverso y terrible del psicopático; y entonces nos preguntamos ¿Qué podría ser mas terrible que un psicopático?.La gran incógnita que nos queda es: ¿Qué nivel de “Conciencia” real pudo existir en la consumación del
crimen?.Entonces a duras penas podemos decir que: Las personalidades psicopáticas ocupan el impreciso territorio que separa a los enfermos mentales de las personas anormales, no son enfermos pero tampoco sanos, o son ambas cosas a la vez. La vaguedad, polimorfismo e indeterminación de sus manifestaciones clínicas, su arraigo en la inmediatez que a veces presentan en satisfacer sus demandas con su estilo personal, conforman un rompecabezas para la psiquiatría y psicología forense, tanto como para la justicia penal. Por definición son agentes de perturbación social, no se adaptan a las normas de convivencia. Cuando las cosas son claras, para reconocerlas con un nombre basta. La multitud de apelativos que se le asignan demuestran muchas veces nuestra inseguridad diagnostica.
Si hay algo que los fenómenos de serialidad criminal producen, es interrogantes. Desde lo psicopatológico y sus diversas vertientes, los diagnósticos no son suficientes para explicar la serie homicida, es cierto; que se pueden diagnosticar los casos y encontrar seguramente argumentos que den cuentan de la causa, pero esos argumentos debemos investigarlos para comprobar su presencia en diversos casos de conducta criminal. Es también cierto que el lugar de la fantasía suele ser central, pero ¿cuáles son las peculiaridades de estas fantasías y cuáles las transformaciones que sufre para ser puestas en acto?.Las metodologías de análisis criminal ya no pueden prescindir más de lo "PSY" en estos fenómenos. Hay muchas cuentas pendientes pero destaco algunas:.¿qué lugar para las víctimas sobrevivientes?, ¿Como pensar la intervención del sistema penal en su papel de agravamiento de las conductas criminales?.¿Qué posición tomar
frente a las llamadas psicopatías y perversiones, frente a las que suele haber opinión unánime de intratables?.Estos hombre siempre nos serán muy difíciles de comprender y aunque lo logremos seguiremos sin entenderlos pero como dicen Pulice, Manson & Zelis al respecto;."….no es nuestra
verdad, es la verdad del serial…y hay cosas que no pueden inducirse o deducirse de lo sabido, hay preguntas que persisten ó nacen precisamente allí, donde termina el saber; en los límites y en los agujeros del conocimiento, donde lo real muerde lo simbólico y entonces, es necesario ir a buscar las respuestas a otro lugar".
Sobre Armin y Barnes podemos decir que ambos guiados por sus fantasías iniciaron el viaje a la muerte…uno a la física y el otro a la muerte en vida de una condena a cadena perpetua.

Bienvenidos a la era del porno pop


Por: Diego Manrique
Empecé a sospecharlo hace años. Para una entrevista, viajé a un estudio de grabación en medio del campo. Una confidencia: un estudio es, sin discusión, el lugar más aburrido del mundo si nada tienes que aportar. Así que, mientras el artista concluía sus misteriosas tareas, escapé a la sala de espera, curiosamente denominada “zona de relax”.
El televisor estaba sintonizado en un canal de vídeo musical. Dado que no uso eso en casa, me quedé magnetizado frente a la pantalla. A la hora, ya estaba… alterado, inquieto, sudoroso. Asistía a una sucesión de clips sin presentación; ignoro si fue el azar o si había detrás un programador lúbrico pero todos –repito, todos- los vídeos eran o pretendían ser erotizantes.
¿Qué se veía? Lo mismo que en los anuncios de perfumes pero con guiones más detallados. Playas repletas de diosas retozando. Ambientes tropicales donde el calor invita a quitarse la ropa. Privés de discoteca a dos minutos de la orgía. Tríos en suites de hotel. Juegos sado-maso. Acción sáfica. Modelos kilométricas atraídas a la miel del vocalista famoso. Strippers en la cumbre de sus números. Limusinas cargadas de party girls. Apolos que ligan con solo una mirada.
Soy todo lo contrario de mojigato pero me ofendió tanta identificación entre éxito y sexo, entre música y desenfreno. Grosero, aunque debo confesar que efectivo: un problema el quedarse con la cabeza caliente y los píes fríos en, digamos, un páramo del Alto Ampurdán. Horas después, adivinando mi agitación, el artista sugirió visitar un establecimiento cercano, donde trabajaban “unas chicas rusas increíbles”. No, gracias, no voy de ese palo.
Aquel encadenado de vídeos no correspondía a una aberración, comprendo hoy: era Tendencia Dominante. La única diferencia -¿lo llamamos avance?- con el presente consiste en que ahora las imágenes lujuriosas no son exclusiva de artistas masculinos. Repasando listados de grandes triunfadoras de los últimos tiempos, compruebo que la mayoría utiliza el sexo como argumento principal. Sexo en portadas, letras, videos, conciertos. En contraste, Adele luce como Sor Sonrisa, una monjita extraviada en Gomorra.
Así que puedo disculpar el exabrupto de Christina Rosenvinge, cuando se desmarca del negociado del mainstream femenino, al que define como un “concurso de zorras”. La descripción quizás sea chirriante pero nos entendemos: desde que Madonna legitimó la explotación de la sexualidad en un contexto post-feminista, las llamadas “divas” usan su cuerpo como reclamo, como alarde de poder.
Se me atragantan. No veo nada sensual en las coreografías de Beyoncé y su cuerpo de baile: más bien parece el fruto de infinitas horas de instrucción con un sargento de marines. Rihanna luce más natural, viene de una cultura caribeña con otro sentido de la carnalidad, aunque me cuesta defenderla como icono de libertad sexual tras saber de su renuencia a romper con su pareja, un cabrón de mano larga.
La presión competitiva o la vocación empujan a las cantantes a convertirse en sex bombs, a comportarse como tales: pienso en Christina Aguilera, Paulina Rubio, Shakira o Lady Gaga. Aunque esta última pueda tener otra agenda: una subversión gay friendly, el cualquiera-puede-ser-una-estrella warholiano. La única que insinúa un morbo genuino es precisamente la que más manipulada parecía en sus inicios: Britney Spears.
Con todo, el error consiste en valorarlas puramente como cantantes de pop. No, mire: son vedettes. Artistas de teatro musical, que destacan sus formas. Reinas de la picardía, los dobles sentidos, la belleza insolente. Embaucadoras de machos en celo, paradigmas para jovencitas con ambiciones que nunca leerán el aviso a navegantes que Jimina Sabadú publica en el reciente Mondo Brutto (mañana hablamos de ese reportaje).
Las divas actuales tienen fabulosos equipos detrás: estilistas, compositores, diseñadores, productores, cineastas. Pero son herederas de Joséphine Baker, Ann-Margret, Tongolele, La Maña, Diana Dors, Norma Duval, Abbe Lane. Ellas bailaban, actuaban, rodaban películas, hasta grababan discos. Pero nunca las llamaríamos cantantes: eran vedettes. Como las divas del siglo XXI. Vedettes tan universales que actúan privadamente para la familia Gadafi, los oligarcas rusos o los jeques petroleros. Cuando se descubre a quién ofrecen su “arte”, ponen carita de pena: “somos…¡tan inocentes!”.