Las evocaciones de Guillermo Martín son unánimes: los que le trataron hablan de un raro caso de músico sin enemigos, un ser humano positivo que animaba cualquier situación y, por supuesto, un paradigma de la escuela clásica del rock. Urge especificar: Guille militaba en el rock and roll, esa línea estética que preside Keith Richards y que en España inauguró Pepe Risi, el fundador de Burning.
Había nacido en Madrid el 21 de julio de 1963. De formación autodidacta, dominó el piano antes de pasarse a la guitarra. A la vera de su hermano mayor, el cantante Fernando Martín, militó en Números Rojos, banda sombría que destacó en el concurso Villa de Madrid.
Los Martín cambiaron de orientación en 1985 con Desperados, propuesta insólita en el Madrid de la movida: se quería volver a conectar con la tradición de Lone Star y otros conjuntos de rock barrial de los sesenta, un empeño que implicaba recuperaciones de temas, diseño retro y una actitud sanamente gamberra.
Desperados aportaba raíces hispanas al underground rockero de Malasaña (en uno de sus locales más representativos, La Vía Láctea, Guillermo ejerció de pinchadiscos). Hasta 1991, grabaron cuatro elepés más un quinto disco que permanece inédito. Para entonces, Guillermo ya estaba conectado con la fértil colonia de músicos argentinos afincados en Madrid: tocó el bajo en el debut de Los Rodríguez. Participó en aventuras de Ariel Rot (The Rota), Andy Chango y, sobre todo, la etapa más productiva de Andrés Calamaro.
Con su hermano Fernando, crítico musical de EL PAÍS, volvió a juntarse en los Neverly Brothers, agrupación cuyo nombre revelaba su espíritu juguetón, versión castiza del pub rock londinense; su disco de 1997 contaba con invitados tan variados como Cristina Lliso y el propio Calamaro.
Cuando Andrés se alejó del directo, Guillermo encontró inmediato acomodo en la banda de Jaime Urrutia y, significativamente, en el gang de Loquillo. Este último precisa que "no era un músico contratado sino un miembro oficial de Los Trogloditas, a todos los efectos. En nuestro mejor obra, Hermanos de sangre, su categoría queda evidente tanto en la parte eléctrica como en la acústica".
El currículo profesional de Guille Martín no se agota en los nombres citados: dejó su marca en La Frontera, Pereza, Bunbury y apoyando a grupos emergentes de Zaragoza. En esa ciudad se instaló en 1999, al casarse con Gaby Añaños. Allí superó el primer embate del cáncer y allí luchó valientemente contra la enfermedad hasta ayer. Sus amigos y colegas le cuidaron hasta el último momento: vía teléfono móvil, escuchó el rotundo concierto de The Who en la capital aragonesa, al que ya no pudo acudir.
Solos o en compañía de otros (El Sol -promo-, 1995). Andrés Calamaro participa en los temas 'Nocturno en Princesa' (voz y piano) y 'No se puede vivir del amor' (voz, piano, guitarras y autor). Lo puedes descargar desde aquí:
http://rapidshare.de/files/48147379/THE_NEVERLY_BROTHERS.rar.html
Que mejor descripción de este disco que un artículo tomado del efe eme escrito por el reconocido crítico y periodista musical Juan Puchades:
¿Cómo unos desconocidos apodados The Neverly Brothers logran contar en su debut discográfico con las colaboraciones de Andrés Calamaro, José María Granados, Micky, Cristina Lliso, Ariel Rot y Luis Auserón, además de lucir una acuarela de Víctor Coyote en la portada?
Básicamente porque los hermanos Neverly no eran otros que los ex Deseperados Fernando y Guillermo Martín. A los que se le ocurrió grabar este disco acústico. Un divertimento pensado para pequeños escenarios en el que se encontraban con algunas versiones ajenas y mostraban temas propios de rock orientado hacia el country y el blues.
Álbum en el que Fernando se hacía cargo de las voces mientras Guillermo, además de cantar, desplegaba su talento tocando guitarras (eléctricas y acústicas), bajo, piano, órgano y arreglos de cuerda.Grabado sin más pretensiones que las de pasárselo bien, y editado por la sala madrileña El Sol.
Solos o en compañía de otros fue un disco casi fantasma, bastante difícil de localizar, lo que, desde luego, no impide que hoy podamos disfrutar de algunos de los momentos altamente inspirados que esconde, como "Nocturno de Princesa", donde junto a Calamaro (con él también interpretan "No se puede vivir del amor" ) reviven el gran retrato madrileño de finales de los años 70 escrito por Moris. O cuando con Ariel Rot en la guitarra y Cristina Lliso en la voz despachan la inconmensurable adaptación de "La mala rosa", de Esclarecidos.
O, también, la inquietante belleza de "Ningún mal", junto a Luis Auserón. Por no hablar de la unión junto a Micky, recuperando esa joyita que es "Desmáyate" (de Fernando Márquez y Sabino Méndez), rescatada del disco Octubre de Micky (un álbum que pide a gritos tener espacio en esta sección). Por último, en compañía de José María Granados se atreven con la gloriosa "Nada más", de los primeros Mamá, dotándola del aliento acústico que siempre la empapó.
En los temas de cosecha propia, los hermanos Martín tampoco se quedan a la zaga y parecen querer adentrarse en la tradición satírica española (entre Moncho Alpuente y Rodrigo García) con "El gran Duque Tostado"; enseñar cartas ganadoras en la hermosa y nacida para ser un clásico, "Dulce chica triste" (Rot a la guitarra), e incluso ponerse trascendentes en la stoniana "¿En qué crees tú?".Por desgracia, esta aventura sólo duró este disco y los hermanos Neverly nunca volvieron a meterse en un estudio para registrar una segunda parte de sus aventuras.
La incomprensible muerte de Guillermo ya lo hace del todo imposible.
Texto de Calamaro por el primer año de su muerte:
"Querido amigo, te recordamos todos los dias. Camarada Guillermo, te extrañamos mucho. Tu alegria, tu amistad y tus cervezas.Al rock le esta faltando mucho mas que una guitarra desde que te fuiste. "
Sentidas palabras publicadas por el Salmón el día de hoy 18 de Agosto del 2009: "Te sentimos siempre con nosotros pero te extrañamos mucho !!!"
Nostros los peruanos tuvimos la suerte de tenerlo cerca en la segunda guitarra del mítico recital de la playa "El Silencio", muchos recuerdos y su amabilidad como persona, se que siempre estará en nuestros recuerdos y corazones... No te olvidaremos Guille!!! Aqui el recuerdo de su presencia en nuestro país como parte de la banda de Andrés...
2 comentarios:
Graciaaaaas !
Gaby Añaños
Hola Gaby, es un verdadero honor tu presencia en este pequeño blog, imagino que tu debes sentir aún más la ausencia de Guille, aquí en Lima, Perú, tambien se lo recuerda con cariño y admiración, estuvo unos dias en nuestra cuidad y creo que le debe haber gustado mucho nuestro "cebiche" o la amistad peruana, aquella tarde en la playa "El Silencio" o la noche del recital en "Muelle Uno" nos regalo su arte y talento al lado de Andrés, tanto fue su legado que 10 años despues el recuerdo de ese recital es casi mítico en nuestro país y en el mundo de habla hispana, me gustaria conversar contigo y tal vez incluir algunas palabras tuya en este blog, e igualmente alcanzarte una copia del audio y video de aquel recital...
Un saludo inmenso a la distancia y recuerda que en la tierra de los Incas siempre existira un lugar y un recuerdo para el gran Guille Martín...
Veneno
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