jueves, 15 de octubre de 2009

MERCEDES SOSA CANTA A CHARLY GARCIA - ALTA FIDELIDAD (1997)

Reconocida como una de las más privilegiadas voces de la canción latinoamericana, "La Negra" Mercedes Sosa falleció el domingo a los 74 años, tras una prolongada agonía, desde su hospitalización el pasado 18 de septiembre.

Mercedes Sosa, una de las más populares cantantes de la música latinoamericana, entre los hitos de su carrera figura haber cantado en la Capilla Sixtina del Vaticano (diciembre de 1994), en un colmado Carnegie Hall en Nueva York (febrero de 2002) y en el Coliseo de Roma (mayo de 2002) para pedir por la paz en Medio Oriente junto a Ray Charles, entre otros.

"Fue la voz de los que no tenían voz en la época de la dictadura (1976-1983) y llevó la angustia por los derechos humanos en Argentina a todo el mundo", declaró el músico Víctor Heredia, cantante y compositor de algunos temas que Sosa hizo famosos como "Razón de Vivir". Heredia, habitual compañero de escenarios de la cantante, recordó que Sosa vivió "situaciones muy complicadas en la vida, como los exilios, los regresos, las angustias y las alegrías", en sus más de 40 años de trayectoria, que incluyeron un fuerte compromiso con los movimientos políticos populares.

En su apasionada búsqueda artística, Sosa incursionó en el rock and roll argentino, junto con populares músicos y compositores como Charly García, Fito Páez y León Gieco.

Sosa había lanzado recientemente el álbum doble "Cantora", compartido con figuras como Joan Manuel Serrat, Luis Alberto Spinetta, Caetano Veloso, Shakira, Gustavo Cerati, Charly García, Calle 13 y Joaquín Sabina.

Sosa está considerada una de las mayores difusoras de la obra de la cantante y compositora chilena Violeta Parra, luego de convertir a "Gracias a la vida" en su tema emblemático.
"Nací en Tucumán y vivo en Buenos Aires. Soy cantante. Soy viuda. Tengo un hijo, Fabián Ernesto, y dos nietas. Soy del signo de cáncer. Conduzco un Audi chiquito. He estado muy enferma y me he reencontrado con Dios. Soy progresista. Soy embajadora de Unicef", se autodefinió Sosa en una entrevista en el 2000.

Una de las cimas de su trayectoria ocurrió cuando cantó a dúo en concierto con el fallecido tenor italiano Luciano Pavarotti, interpretando "Caruso", entre otros temas.

En octubre de 1950, quinceañera, empujada por el entusiasmo de un grupo de amigas inseparables, se animó a participar en un certamen radial organizado por LV12 de Tucumán. Oculta tras el seudónimo de Gladys Osorio, su incipiente calidad como cantante la hizo triunfar en un concurso cuyo premio era un contrato por dos meses de actuación en la emisora.

Una década después, cuando se produjo una suerte de estallido en torno de la música folklórica, meramente consumista, el nombre de Mercedes Sosa ya estaba comprometido con el canto popular como integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero, una corriente renovadora del folklore, surgida en la provincia de Mendoza, que proponía dejar de lado las modas pasajeras, para poner el acento en la vida cotidiana del hombre argentino, con sus alegrías y tristezas.

Entre los artistas fundadores y promotores de este movimiento estaban Armando Tejada Gómez, Manuel Oscar Matus y Tito Francia.

Sus aptitudes artísticas y personales sorprendían a un público acostumbrado a otra cosa. Junto con su marido Manuel Oscar Matus, hicieron conciertos en la Universidad. Otros escenarios los empiezan a recibir alentadoramente. Matus editó en un sello independiente el primer disco de Sosa: "Canciones con fundamento".

Por esa opción, la cantante tuvo que trajinar varios años antes de conseguir un reconocimiento como el que obtuvo en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín, en 1965, cuando gracias a la generosidad del cantor Jorge Cafrune, el mundo entero pudo conocer a esta maravillosa cantante argentina y fue la ocasión que marcó el nacimiento de la gran artista popular que siempre mereció ser. Después, fueron sus innegables condiciones las que le permitieron convertirse en la gran figura que hoy aplaude todo el mundo.

En 1965 intervino en la grabación de "Romance de la muerte de Juan Lavalle", de Ernesto Sábato y Eduardo Falú, cantando "Palomita del valle".

En marzo de 1966, se conoció "Yo no canto por cantar", con una docena de canciones hoy antológicas, entre las que estaban "Canción del derrumbe indio", "Canción para mi América", "Chayita del vidalero", "Los inundados", "Zamba para no morir", "Tonada de Manuel Rodríguez" y "Zamba al zafrero". Tal fue la aceptación de este disco, que apenas siete meses después, en octubre, fue invitada a grabar otro que apareció con el título de "Hermano".

A fines de 1967, "La Negra" hizo conocer "Para cantarle a mi gente", un disco que acumuló un importante caudal de poesía argentina y latinoamericana.

En abril de ese mismo año, había subyugado al público europeo y de los Estados Unidos con exitosas actuaciones en Miami, Lisboa, Porto, Roma, Varsovia, Leningrado, Kislovo, Sochi, Gagri, Bakú y Tiflis.

Durante esa gira conoció a Ariel Ramírez quien le propuso, de inmediato, ser la voz de "Mujeres Argentinas", trabajo que recién se concretaría en 1969, luego de la aparición de "Zamba para no morir", una recopilación con los temas de mayor trascendencia grabados hasta ese momento, y "Con sabor a Mercedes Sosa", en el que registró por primera vez "Al jardín de la República".
Cuando le propusieron grabar "Mujeres Argentinas", el país estaba viviendo bajo el peso de un régimen militar y La artista, como muchos argentinos, sufrieron las consecuencias: sus canciones no se podían difundir por Radio Nacional, una emisora gubernamental.

En 1970 participó en el film "El Santo de la Espada", de Leopoldo Torre Nilsson y dio a conocer dos discos importantes en su carrera: "El grito de la tierra" y "Navidad con Mercedes Sosa". En este período grabó, entre otras, "Canción con todos" y "Cuando tenga la tierra", de Ariel Petrocelli y Daniel Toro y la bellísima "La Navidad de Juanito Laguna", del "Cuchi" Leguizamón y Manuel J. Castilla.

En 1971 se conoció "La voz de Mercedes Sosa" y apareció "Homenaje a Violeta Parra", un disco que reúne casi una docena de temas de la gran protagonista del Canto Popular Chileno. Ese año también participó en "Güemes" (La tierra en armas), film dirigido por Leopoldo Torre Nilsson. En un breve, pero significativo papel, encarnó a la heroína altoperuana Juana Azurduy.

En 1972 se editó "Hasta la victoria", un disco lleno de canciones cargadas de contenido social y político. Eran tiempos en que algunos pocos compositores y también cantores como La cantante Sosa no permanecían ajenos al compromiso y la militancia con la que querían colaborar para conseguir un mundo más justo y equitativo. También en ese año le puso su voz a la "Cantata Sudamericana", con música de Ariel Ramírez y letra de Félix Luna.

"Mercedes Sosa" y "Traigo un pueblo en mi voz", aparecieron en 1973, año del convulsionado regreso a la democracia y prólogo de una época difícil y violenta. Sosa continuó en la misma línea que su trabajo anterior y grabó algunos temas con los que encaró la realidad americana.
En agosto de 1976, un año crucial para la Argentina, se editó "Mercedes Sosa", trabajo en el que rescató poetas argentinos y latinoamericanos como los chilenos Víctor Jara y Pablo Neruda, la peruana Alicia Maguiña y el cubano Ignacio Villa, "Bola de Nieve".

Al año siguiente, en 1977, "La Negra" le rindió un homenaje a uno de los grandes compositores y cantores populares argentinos con "Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui". El clima político que vivía el país cada vez se sentía más opresivo.

En 1979, se editó "Serenata para la tierra de uno". Aún en medio de la violencia que sacudía al país, la artista seguía cantándole a la vida. El hostigamiento y el cerco que se fue formando en torno de ella la obligaron a exiliarse. Ese año fue detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a verla cantar. Ese mismo año se instaló en París y en 1980 se afincó en Madrid.

En teoría, Sosa podía entrar y salir del país, no tenía causa judicial alguna, pero no podía cantar. Fue un castigo doble: para ella y para todos los argentinos. En un país en que la vida humana no tenía valor alguno, y cientos de ellas se perdían en la oscuridad de las mazmorras, los usurpadores del poder pensaban que la canción con contenido era peligrosa. Por eso había que acallar a los cantores, como una manera de silenciar a la gente.

La cantante continuó con sus giras por los países más diversos del planeta, actuando siempre en los escenarios más grandes y prestigiosos, como el Lincoln Center, el Carnegie Hall, en los Estados Unidos, o el Mogador de París.


En el último trimestre de 1983, se conoció "Mercedes Sosa", un disco en el que registró varias canciones que serían algunos de sus grandes éxitos: "Un son para Portinari" y "Maria Maria". También en esa recordada placa grabó: "Inconciente colectivo", de Charly García, "La maza" y "Unicornio", de Silvio Rodríguez, "Corazón maldito", de Violeta Parra y "Me voy pa'l mollar", junto con la recordada cantante Margarita Palacios.

En 1984 se vivía la euforia del regreso a la Democracia, luego de una dictadura y una guerra. Sosa regresó al disco con "¿Será posible el sur?", en el que se entremezclan las canciones esperanzadas, los ritmos folklóricos y el canto latinoamericano. El 21 de diciembre, junto con Milton Nascimento y León Gieco, protagonizó el espectáculo denominado "Corazón americano", que convocó a una multitud pocas veces congregada.

1985 fue un año doblemente importante. Desde el punto de vista discográfico, Mercedes dio una vez más un espaldarazo a los compositores argentinos con "Vengo a ofrecer mi corazón", en el que registra canciones trascendentales como la de Fito Páez que le da título al trabajo, pero también "Razón de vivir" y "Madre de madres", de Víctor Heredia, "Entre a mi pago sin golpear", de Carlos Carabajal y Pablo Raúl Trullenque, "Canción para Carito", de Antonio Tarragó Ros y León Gieco.

En el primer semestre de 1986, realizó una extensa gira por Alemania y Europa Central. En agosto, "Lisneer Auditorium", de Washington; "Teatro de la Corte", del Central Park, de Nueva York; "Teatro Auditorium Lakeview", de Chicago. Alemania: Hamburgo, Munich, Stuttgart, Dreieich y Erlangen. Rotterdam, Holanda Atenas, Grecia. 25 recitales en Brasil. Se edita "Mercedes Sosa '86", en el que intervinieron como invitados el bandoneonista Leopoldo Federico y el grupo Markama. Es un disco en el que predominan los ritmos argentinos.

Como productora, organizó uno de los espectáculos más importantes ya presentados en la Argentina: "Sin Fronteras", que reunió en el estadio Luna Park de Buenos Aires, a siete cantantes latinoamericanas: las argentinas Teresa Parodi y Silvina Garré, la colombiana Leonor González Mina, la venezolana Lilia Vera, la brasileña Beth Carvalho y la mexicana Amparo Ochoa, además de la propia Mercedes.

A fines de julio de 1989, "La Negra" recibió de manos de Pierre Décamps, Embajador de Francia en la Argentina la medalla de la Orden del Comendador de las Artes y las Letras, otorgado por el Ministerio de la Cultura de la República Francesa.

El 20 de diciembre de 1991, luego de casi diez años de no cantar en un estadio abierto, Mercedes se reencontró con la multitud en Ferro Carril Oeste. La acompañaron Fito Páez, Julia Zenko, Nito Mestre, Piero, Celeste Carballo, los Illya Kuryaki, León Gieco, Charly García, Víctor Heredia, Mariano Mores, Facundo Ramírez, Horacio Molina, Coqui y Claudio Sosa y Hamlet Lima Quintana. 15.000 personas deliraron durante poco más de dos horas y media de show.

En marzo de 1997 participó del cónclave internacional denominado "Río + 5", en el que intervino en su carácter de vicepresidente del Consejo de la Tierra en representación de Latinoamérica, con la finalidad de intervenir en la redacción de la "Carta de la Tierra", un documento equivalente a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, para definir un sistema operacional de valores que guíen nuestro comportamiento, nuestras relaciones y esfuerzos para el desarrollo.

A fines de julio se conoció finalmente "Alta Fidelidad. Mercedes Sosa canta Charly García". La expectativa del público, ansioso por conocer el resultado de este trabajo en común, aseguró el entusiasmo de los dos protagonistas de este trabajo que fué un hito en la discografía de ambos y en la música popular latinoamericana.

Tras muchos meses de labor el disco quedó terminado. Grabado en Madrid, Nueva York y Buenos Aires, "Alta Fidelidad. Mercedes Sosa canta Charly García" reúne una docena de canciones: "Cuchillo", "Promesas sobre el bidet", "Rezo por vos", "Como mata el viento norte", "Cuando ya me empiece a quedar solo", "Hablando a tu corazón", "Los sobrevivientes", "El tuerto y los ciegos", "De mí", "Cerca de la revolución", "Siempre puedes olvidar" y "Plateado sobre plateado (huellas en el mar)", creadas por el talentoso músico del bigote bicolor, salvo "Rezo por vos", compuesta junto con Luis Alberto Spinetta y "Siempre puedes olvidar", con Fabiana Cantilo.

Anteriormente, en 1997 Charly comenzó a grabar un disco con Mercedes Sosa, que se iba a llamar Somos de acá, como dice la canción de Serú Girán escrita por García (Los sobrevivientes).

El disco fue lanzado luego de bastante tiempo de abandono del proyecto, el cual estuvo a punto de no ser terminado, dado los conflictos y desaveniencias entre el músico y el productor Joe Blaney, debido al caótico modo de trabajar de García, que incluia sesiones dia y noche sin pausas, y diversas maneras de grabar, con las que Blaney no estaba de acuerdo.

Luego de un tiempo con el trabajo sin terminar, la grabación se retomó, ahora a cargo de un productor más joven, con el cual finalmente el disco vió la luz, bajo el nombre Alta fidelidad. El álbum contiene canciones de distintas épocas de Charly García, desde Sui Géneris, hasta su última etapa solista, como cuchillos. Y es en este disco en el que se registra la participación de Andrés Calamaro como músico invitado, aunque no se especifica los temas.

En 1999 retoma las intensas giras internacionales de otros años. Alternando con multitudinarias actuaciones en la Argentina, cantó en México, Guatemala, El Salvador y otros países centroamericanos. En julio acompañó a Charly García en un concierto ante público de rock en el DF de México, y entre setiembre y octubre realizó una importante gira por Inglaterra, Israel, Alemania, Suiza Austria y Holanda. Poco después, en México, las máximas autoridades de Unicef le entregaron las credenciales que la acreditaban como Embajadora de Buena Voluntad de la organización para América Latina y el Caribe.

El 18 de septiembre de 2009 ingresó al Sanatorio de la Trinidad (en Buenos Aires) debido a una disfunción renal, la cual ha evolucionado negativamente hacia una falla cardio-respiratoria. Su estado de salud se volvió el pasado 2 de octubre y este domingo se apagó, para dar paso a su inmortalidad.
HOMENAJES POSTUMOS:
Joaquín Sabina y Andrés Calamaro ofrecieron desde sus webs las siguientes palabras en homenaje a Mercedes Sosa...
Violetas para Mercedes
Joaquín Sabina

Se nos murió la gran dama,
Negra Sosa, pacha mama
de Corrientes,
que bordó puntos y comas
en las prisas del idioma
de la gente.
Martina Fierro de ley
que sin dios, patria ni rey
tiró p'alante,
antes de decir adiós
me propuso un blues a dos
voces distantes,
distintas, y, sin embargo,
cerquita del ron amargo
que consuela,
que abruma, que mortifica,
que suma, que santifica,
que desvela.
Cuando rompió la baraja,
hizo del bombo su caja
de Pandora,
entre el mestizo y el yanqui
se quedaba con Yupanqui
hasta la aurora.
Todos menos uno, dijo,
provocando el acertijo
de Cosquín,
militante del futuro,
no pudo con ella el muro
de Berlín.
Canto ancestral de Argentina,
la más frutal de las minas,
todo es nada,
no sabe cómo la lloro,
desafinando en el coro de las hadas.
Madrina de los roqueros
más intrusos, más villeros,
menos brutos;
en calle melancolía
mi letra y su melodía
visten de luto.
Más de una vez la besé
pero nunca olvidaré
la noche aquella:
aquel piano y su voz
y mi sonanta y la coz
de las estrellas.
Me aterran las despedidas
pero gracias a la vida
de Violeta,
Mercedes inventó el son
que duerme en el corazón
de los poetas

Mercedes en silencio.
Andrés Calamaro

Personalmente necesitaba tiempo para... reflexionar sobre la ausencia de nuestra querida Mercedes; personalemente la quise y los ecos de su canto dorado seguirán en la memoria de todos para siempre; sus facultades extraordinarias al servicio de la justicia y del terciopelo de un canto que fue revolucionario y renovador...

No pude apurarme y ser puntual con homenajes y palabras más o menos.
Quizás necesite el resto de la vida para convivir con el espacio vacío que deja detrás.
Nuestro tesoro argentino, la artista que llevó nuestra raíz más lejos, con ideologías, en convivencia con otros paralelos de la música popular de todo el mundo, la que rediseñó el folklore con pura sensibilidad y diamantes interpretativos.

Me cuesta despedir a un ángel que amamos profundamente. Una inmensa eternidad te espera, querida Mercedes Sosa.

Mercedes Sosa - Alta Fidelidad (1997)


Mercedes Sosa - Alfonsina y el mar

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